TOKIO (AP) — Su maestra de jardín de niños recuerda a Kazuo Ishiguro como un niño retraído al que le gustaban los libros. El autor británico dejó Japón cuando era pequeño, pero su país de nacimiento se volvió parte de su obra, la cual fue reconocida el jueves con el Premio Nobel de literatura.
«Es como un sueño vuelto realidad”, dijo su exprofesora, Teruko Tanaka, de 91 años, al servicio noticioso Kyodo News en su casa en Nagasaki. La profesora vio a Ishiguro cuando visitó la ciudad en el sur de Japón tras ganar el Premio Man Booker en 1989 por “Los restos del día”.
«Fue un libro difícil”, dijo riendo. “Tuve que leer la misma página una y otra vez”.
Ishiguro dejó Nagasaki cuando tenía 5 años y no regresó a Japón en 30 años, pero eso no impidió que algunas personas en el país asiático celebraran sus raíces. Su familia se mudó a Inglaterra por el trabajo del padre Ishiguro, y él estudió letras y filosofía en la Universidad de Kent.
Al hablar con medios en Londres tras el anuncio del premio, el autor británico dijo: “Aunque crecí en este país y estoy educado en este país, una gran parte de mi manera de ver el mundo, de mi perspectiva artística, es japonesa. Porque fui criado por padres japoneses, hablando japonés dentro de una casa japonesa. Y creo que siempre he visto el mundo parcialmente a través de los ojos de mis padres, como todos nosotros”.
En una visita a Japón en 2015, el autor dijo que su conocimiento sobre el país se basa principalmente en las memorias de su infancia, dijo Keiko Nagan de Hayakawa Publishing Co., la editorial que ha traducido sus novelas a japonés.
Recordaba claramente su viejo barrio en Nagasaki, incluso el nombre de una tienda departamental, recordó Nagan. “Estaba muy impresionada por su memoria y pensé que todavía atesora los recuerdos del lugar de donde proviene”.
En su novela debut “Pálida luz en las colinas”, Ishiguro describe Nagasaki poco después de que Estados Unidos atacara la ciudad con una bomba atómica en 1945, lo cual mató a más de 70.000 personas.
“Estoy tan orgulloso de que Nagasaki sea recordado como una escena indeleble de la memoria de la infancia de este gran autor, lo que se ha convertido en un importante motivo en su obra”, dijo el alcalde de esta ciudad Tomihisa Taue en un comunicado, mientras que agregó que espera que Ishiguro la visite pronto.
Aunque sus primeras novelas desarrollan parcial o totalmente en Japón, Ishiguro cambió principalmente a Europa para sus obras posteriores, incluyendo “Los restos del día”. El Japón del que escribe es un poco imaginario, su Japón personal, escribió Richard Medhurst, editor en Nippon.com, un cibersitio con sede en Tokio que busca presentar el país al público mundial.
“No es la forma en la que normalmente te relacionas con un país, pero tuvo una conexión personal muy fuerte con él”, dijo Medhurst en una entrevista el viernes.
En algunas de las más recientes obras de Ishiguro, Medhurst encuentra un sentido de distanciamiento que podría reflejarse en los orígenes del autor como un persona que vive entre dos nacionalidades.
El nobel de Ishiguro fue una sorpresa en Japón, donde por años se ha hablado de las posibilidades de que el autor local Haruki Murakami pudiera ganar el premio.
Al hablar en Londres, Ishiguro dijo que está en discusiones para hacer una novela gráfica. «Es algo nuevo para mí y me vuelve a conectar con mi infancia, mi infancia japonesa leyendo manga”, dijo.
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Por MARI YAMAGUCHI, Associated Press. Los periodistas de The Associated Press Jill Lawless en Londres y Ken Moritsugu en Tokio contribuyeron con este despacho.