Socialdemócratas brasileños escogen nuevo líder y se distancian de Temer

Geraldo Alckminen. Foto: EFE.

Brasilia (EFE).- Los socialdemócratas brasileños escogieron hoy a su nuevo líder nacional, el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, mientras aumentan las renuncias de ministros de esta formación al Gobierno de Michel Temer, cuando faltan diez meses para los comicios presidenciales.

La salida el viernes del ministro jefe de la Secretaría de Gobierno de Brasil, el diputado Antonio Imbassahy, reforzó la posibilidad de un desembarque definitivo del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) a falta de diez meses para las elecciones presidenciales, en las que Alckmin se perfila como candidato.

Imbassahy fue el segundo de los cuatro ministros del PSDB en despedirse del Gabinete después de que el diputado Bruno Araújo renunciara al ministerio de Ciudades el 13 de noviembre pasado, cuando comenzaron las presiones internas para que esta importante formación abandone la coalición oficialista en Brasil.

El gobernador de Sao Paulo, el estado más rico del país, evitó cualquier tipo de alusión a la salida del PSDB durante su discurso en la convención del partido, pero el nuevo secretario general, el diputado Marcus Pestana, sugirió la renuncia de la ministra de Derechos Humanos, Luislinda Valois, para poner punto y final a dicho proceso.

La única excepción, según Pestana, puede ser el canciller Aloysio Nunes, quien, a su juicio, cumple una función de Estado y no de Gobierno.

Las últimas renuncias de Imbassahy y Araujo suponen un abandono paulatino, aunque no oficializado, del PSDB y reflejan el distanciamiento de los socialdemócratas del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Temer, con el que ha mantenido una estrecha alianza desde hace más de un año.

Los socialdemócratas, que estuvieron en el poder con Fernando Henrique Cardoso entre 1995 y 2003, fueron uno de los impulsores del proceso de destitución de Dilma Rousseff, cuya caída el año pasado llevó al poder a Temer, quien cuenta con una escasa popularidad.

El PSDB fue uno de los partidos que salvó a Temer en el Congreso tras las denuncias por corrupción que le salpicaron, pero el proceso desgastó al partido y llevó a algunos dirigentes a reclamar una ruptura con el Gobierno.

El vaivén de acontecimientos políticos de los últimos años ha arrojado a la formación a un laberinto -con crisis internas y denuncias de corrupción- del que necesita salir antes de la campaña electoral del próximo año.

La ardua tarea recae ahora en manos de Alckmin, de perfil moderado y quien hoy fue oficializado nuevo presidente por 470 votos a favor y 3 en contra durante la convención realizada este sábado en Brasilia.

El gobernador, una de las figuras más importantes del PSDB, se perfila también como el candidato virtual del partido, que espera recabar el apoyo del centro en medio de un panorama electoral polarizado.

Las últimas encuestas de intención de voto han revelado que el expresidente de izquierdas Luiz Inácio Lula da Silva y el diputado de extrema derecha Jair Bolsonaro serían hoy los políticos más votados de Brasil.

Alckmin aprovechó hoy su primer discurso como presidente nacional para atacar a Lula, quien lidera las encuestas con un 36 % de intención de voto a pesar de tener una condena de nueve años y medio de corrupción en primera instancia y otros seis procesos abiertos.

«Después de haber quebrado Brasil, Lula dice que quiere volver al poder. Es decir, quiere volver a la escena del crimen. ¿Será que los petistas merecen una nueva oportunidad? Tengan clara una cosa, mis amigos: los derrotaremos en las urnas», sostuvo Alckmin,

El veterano política es uno de los nombres con más fuerza dentro del PSDB para aspirar a la Presidencia. Lo hizo ya en las elecciones de 2006, en las que perdió frente al entonces mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, reelegido en segunda vuelta con un 60,8 % de los votos.

En esas elecciones, Alckmin protagonizó un hecho inédito en la política brasileña. En la primera vuelta obtuvo un 41,6 % frente al 48,6 % de Lula, pero en la segunda, en vez de crecer, el apoyo a su candidatura cayó al 39,1 %.

Con 46 de los 513 diputados, 11 de los 81 senadores, seis de los 27 gobernadores y 807 de los 5.556 alcaldes, el PSDB es uno de los fieles de la balanza de la política brasileña, pese a que, al igual que otros grandes partidos, ha sido golpeado por los escándalos de corrupción de los últimos años. EFE (I)

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