«Lo-Fi: baja calidad y virtud» en espacio «Violenta»

Guayaquil.- El joven espacio cultural «Violenta», regentado por el Colectivo de artistas «Los Chivox» alberga la muestra «Lo-Fi: baja calidad y virtud», una iniciativa del curador y crítico de arte guayaquileño Rodolfo Kronfle Chambers, nacida del cuestionamiento que se hace éste a sí mismo sobre si en Guayaquil, e inclusive en el Ecuador,  existe una forma particular de hacer arte, o un arte característico que se pueda detectar, atravesando la producción general de los artistas.

RODOLFO KRONFLE: Lo- Fi» es una expresión que deriva del mundo de la música y que usan los anglosajones para referirse a expresiones formales que no son depuradas, que no son productos de alta gama, que no son perfectamente pulidas, sino que están llenas de imperfecciones, que están reciclando objetos, que  están usando lo disponible, lo que está a la mano, lo barato, etc.

Obra de Ilich Castillo

Esta muestra es un pequeño ensayo que intenta contestar aquella pregunta mía, entonces, no se basa tanto en la poética particular de cada artista, sino en la forma de hacerlo, que también es compartida,  donde vemos una cantidad de soluciones de reciclaje de objetos de lo que yo llamo «chamberismo estético», de poder encontrar algo en la basura y convertirlo en arte, de poder raspar las paredes de pintura como Luis Chenche y poder usarlo como parte de su pintura, o las pelusas que salen de la ropa de las lavanderías y convertirlas también en pinturas, o cordeles de plástico, vidrios rotos, molduras caídas de los edificios, cajas de cartón,  frascos y vasos que uno puede encontrar en cualquier cocina, en fin, un sinnúmero de objetos que han sido reciclados para poder ser usados como arte, para formular una estética que a su vez tiene una potencia por el uso de estos elementos. 

«Lo-Fi», obra de Luis Chenche.

 

«Creo que en Guayaquil se ha perdido un poquito ese sentido de escena, de comunidad de arte, y  traje inclusive al sitio un concepto que me parecía que era también apto para el sur de Guayaquil, adonde  uno puede respirar similares estéticas en el mismo contexto donde está el lugar instalado, que tiene que ver un poco, con esta percepción mía que yo intuyo que hay en las obras y que creo que se puede fácilmente emparentar con todo un entramado urbano que nos rodea», concluye Rodolfo.

 La obra de Vargas es un conjunto de marcos, cuadros y fotografías rescatadas de la basura, a los que el artista ha querido darles una segunda oportunidad.

Obra de Juanca Vargas

JUANCA VARGAS: En 1860 había un fotógrafo en Guayaquil que firmaba como «Vargas fotos», yo lo conocí por medio de lo que estoy estudiando, y me pareció que era como una tradición familiar de los Vargas dedicarse a la fotografía. Esta cuestión de tipo oficio, y pensé «yo tengo que seguir la tradición familiar», pero, como lo mío es lo fotográfico más que hacer fotos o disparar,  entonces decidí empezar a recolectar un archivo «Vargas Foto», como tengo esta cuestión que de ser un archivero o un acumulador compulsivo, guardo todas estas fotos que me encuentro en calles. Aquí hay archivos de Pancho Segura, de federaciones, de una familia que vivía cerca de galería DPM, hay un archivo de una pelícuala del cine Presidente, hay uno vacío que lo encontré así, porque eso de alguna manera también es archivo, lo que me interesa es darle otra oportunidad a este material que encuentro en la basura, valorarlo.»

Roberto Noboa junto a su obra y Javier Gavilanez

 

PABLO ANDINO: Esta obra la presenté en mi primera exposición individual que tuve en Quito, yo soy de Quito, estudié en el ITAE, aquí en Guayaquil, me regresé a Quito, y ahora vuelvo con esta muestra que se llama «La historia de las cosas» , que parte de una investigación que comencé en el 2015 sobre recipientes y contenedores, muchas de mis obras han sido cajas, canastos, trastos para llevar vegetales y  recipientes en general. Si pensamos en la importancia que ha tenido la lanza en la historia vemos que ha sido  mucho más visibilizada que, por ejemplo, el canasto de recolección de alimentos, y eso es por el rol que se le ha dado a los objetos que ha sido un rol sesgado, ciertos objetos son relacionados con lo masculino y otros con lo femenino, especialmente los recipientes. Aquí quise hacer una especie de híbrido entre los dos, la forma fálica de la lanza hace referencia al falo, que es una cuestión más primigenia, pero también a esculturas modernistas como la «Columna infinita» de Constantino Brancusi que tiene más o menos la misma forma, y esa columna infinita es un falo, pero también está lo femenino presente con la cuestión  doméstica de los vasos que es algo más cotidiano y la lanza.

Obra de David Orbea

DAVID ORBEA: Mi obra son cuatro piezas que estuvieron en una exposición que hice con Juan Carlos Vargas que Cino Fabiani en 2015, y ésas piezas son trabajadas en cartón prensado, son pinturas basadas en envases de productos comerciales, por ejemplo, la de la pared es de clavos de pared, yo me apropio del diseño de la cajita donde vienen los clavos, y la llevo a una escala más grande, quitándole toda la información que tiene el diseño de la caja, como letras, y sólo queda el diseño de la caja, con los mismos colores y le cambió la forma, y las otras dos cajas que están en el piso son de una serie que se llama «Prueba de color» que son cajas que encuentro en la calle, producto dela deriva, que es éste recorrido que tenemos con «Los Chivox» y ahí encuentro cajas botadas y les saco el mismo tono que está en el diseño del empaque y tapo con el mismo color toda la información, la idea es hacer una prueba de color del tono que encuentro en el diseño del empaque, me interesa mucho el color que ya se encuentra en el diseño industrial en este caso.

Juanc Vargas, Tyron Luma y el galerista David Pérez-MacColum
Obra de Pablo Andino
Obra de Gabriela Cherrez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(F) María Jurado, fotos larepublica.ec

 

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