China ha completado casi en su totalidad la reforma de sus empresas estatales y ha logrado ahorrar al Estado unos 2.140 millones de dólares en capital de gestión, dándoles a las compañías la capacidad de ser «actores independientes de la economía de mercado».
La Comisión de Supervisión y Administración de Activos Estatales, el regulador de las SOEs (por sus siglas en ingles), informó hoy que «casi todas las empresas estatales» se han transformado en sociedades anónimas o corporaciones.
Así, la mayoría de las más de 60 SOEs centrales y cerca de 2.500 subsidiarias han terminado o están en proceso de transformación.
La reforma ha ayudado a recortar hasta el momento más de 8.300 sucursales de SOE centrales redundantes y ahorró capital de gestión por valor de 13.500 millones de yuanes (unos 2.140 millones de dólares estadounidenses).
En los últimos meses China ha estado llevando a cabo una serie de reformas en empresas estatales que incluyen la fusión de compañías o la creación de propiedad mixta con la incorporación de múltiples tipos de inversores, explorando sistemas de salarios flexibles y vendiendo acciones a empleados.
Las reformas tienen por objeto modernizar las empresas estatales en sectores como la electricidad, el petróleo, el gas natural, el ferrocarril, la aviación civil o las telecomunicaciones.
«Este es un avance histórico en la reforma de las empresas estatales de China. Allana el camino para nuevas reformas como la diversificación de acciones y la propiedad mixta», dijo Peng Huagang, portavoz de la Comisión.
Según señaló, el sistema de corporación introduce a accionistas, lo que ayuda a definir las responsabilidades de operación y convertir a las empresas en actores independientes de la economía de mercado. EFE