El catedrático de la Universidad Distrital de Bogotá Iván Roa presentó en Quito un análisis sobre la situación del conflicto que se vive en la frontera con Colombia, con base en la llamada ecología política.
El académico colombiano fue invitado por la organización Acción Ecológica, uno de los grupos ambientalistas más importantes de Ecuador, para que analice la histórica situación de vulnerabilidad de las poblaciones fronterizas.
Según las autoridades ecuatorianas, algunas bandas armadas ilegales que operan en la zona limítrofe y que provienen de Colombia son las responsables de varios hechos violentos en las últimas semanas, especialmente el llamado Frente Oliver Sinisterra, un grupo disidente de la exguerrilla de las FARC, al mando de Walter Arizala, conocido con el alias de Guacho.
A él se le atribuyen los ataques con explosivos en varios sitios del norte de la provincia costera de Esmeraldas, que dejó cuatro soldados muertos y tres decenas de heridos.
Asimismo, es responsabilizado del asesinato de un equipo de prensa del diario El Comercio, integrado por tres personas; y del secuestro de una pareja de ecuatorianos que aún permanecen cautivos.
Roa es un investigador experto en temas de la frontera colombo-ecuatoriana y junto a la organización Save the Children International ha realizado estudios en Esmeraldas en torno a su población vulnerable.
En su intervención de hoy hizo una lectura histórica de las «violencias estructurales de la frontera» la cual es, según dijo, de «larga data», lo que se verifica con las estadísticas que ubican a esta provincia como las de «mayor violencia en el país».
El catedrático señaló que la población de Esmeraldas está en una situación complicada, ya que «debe idear modos de acción, tanto para su supervivencia económica, sortear la coyuntura de violencia y además para enfrentar la crisis ambiental que se vive».
Para el académico, esta situación ha estado oculta para el resto de la sociedad ecuatoriana, sin embargo dijo que la violencia en la frontera creció en los años 2000 y 2003, cuando era «un secreto a voces que existía una fuerte presencia de grupos paramilitares, quienes delineaban formas de intervención territorial para movimiento de armas y el narcotráfico».
Roa hizo hincapié en la necesidad de crear un plan socioeconómico estructural, que permita a la gente tener una alternativa válida para alejarse de las prácticas relacionadas con la violencia. EFE
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