El sol cobijaba a la ciudad, los árboles se agitaban por el viento, mientras decenas de edificios acompañaban a los vecinos del sector en sus actividades rutinarias, en la Av. Gonzáles Suárez y Francisco de Orellana, la prensa estaba reuniéndose donde se erigió uno de los edificios más icónicos de la ciudad, el YOO Quito, edificado por la constructora Uribe & Schwarzkopf.
El motivo de su reunión: una rueda de prensa donde hablarían Joseph Schwarzkopf, Tommy Schwarzkopf, John Hitchcox y Philippe Starck, encargados de los dos proyectos que se inauguraban: YOO Quito y YOO Cumbayá.
Una vez más cercanos al cielo, con las cámaras apuntándolos en el piso 22 de YOO Quito, se dio inicio a la rueda de prensa. El proyecto se inició en 2015 bajo la dirección del arquitecto Bernardo Fort, un peruano que conoce Quito, conoce las necesidades de la gente que lo habita y eso se ve reflejado a lo largo de los 22 pisos que componen este enorme edificio de viviendas, que por su ubicación geográfica permiten divisar la ciudad como desde ningún otro sitio. En el interior, el encargado de darle vida al proyecto fue Philippe Starck de la firma de diseñadores YOO, quien se aseguró de brindar al usuario de esta edificación tres experiencias diferentes sintetizadas en 3 diferentes lenguajes de diseño, culture, minimal y nature.
Un Tommy Schwarzkopf orgulloso tomó el micrófono para agradecer la presencia mediática y aclarar que uno de los objetivos de edificar YOO fue mejorar la imagen urbana de Quito. También destacó la importancia de haber trabajado con el arquitecto Fort, ya que, desde ahora, todos los arquitectos ecuatorianos podrán elaborar edificios de la talla de YOO donde quieran que vayan. Lo mismo con el equipo de diseño de interiores y la influencia de Starck.
La ronda de preguntas de la prensa captó temas como la optimización de recursos, la inspiración para hacerlo, la importancia del proyecto y el surgimiento de este. Entre risas y gestos alegres Starck resalta, “esa especie de magma volcánico que te envuelve una vez que estás aquí (en Quito)”, como el motivo porque se mostró gustoso de colaborar con el proyecto tras revisarlo en un inicio. Con gran humildad acepta que la inspiración vino de la ciudad misma, de sus necesidades, pensando como la gente que la va a habitar.
Cerca del mediodía, la rueda de prensa se concluyó, en pequeños grupos la prensa recorrió las instalaciones diversas del edificio como la piscina, áreas comunales, el gimnasio, los departamentos y las áreas de recreación. La prensa abandona las instalaciones y el barrio empieza a volver a la normalidad.
Los 22 pisos de YOO hacen que sus edificios vecinos se vean pequeños, a la vez que lo hace sentir más cercano a las nubes, al sol y a la ciudad que le ha dado cobijo. Es, desde ahora, uno de los tantos edificios en la Gonzáles Suárez que le acompañará en su cotidianidad a muchos quiteños.
Por Andy Calero.
