Exigen desarme de escuadrones paramilitares de Daniel Ortega

Caravana de protesta contra Daniel Ortega, en Managua, el 1 de julio de 2018. LAPRENSA/Jader Flores,

Managua, 1 jul.- Centenares de personas a bordo de autos, motos y camionetas recorrieron hoy las calles de Managua para exigir la desmovilización de grupos armados irregulares afines al Gobierno que, según sus detractores, ejecutan la denominada «Operación Limpieza» que consiste en atacar las manifestaciones antigubernamentales en medio de la actual crisis que ha segado casi 290 vidas.

Esa caravana de vehículos, que tuvo como lema «Managua no olvida, Nicaragua no se rinde», se hizo con el objetivo de pedir «por el desarme de los escuadrones de la muerte«, explicó la líder campesina anticanal, Francisca Ramírez, quien encabezó a bordo de una camioneta esa actividad.

Según la Articulación de Movimientos Sociales y Organismos de la Sociedad Civil, que convocaron a esa caravana, los policías, junto a encapuchados armados afines al Gobierno, tratan de levantar tranques y barricadas y devolver la normalidad a las calles a balazos.

El Gobierno de Daniel Ortega destacó que se ha reactivado el comercio en las ciudades nicaragüenses donde han ocurrido disturbios callejeros, y que se «respira un ambiente de normalidad, paz y seguridad», según el portal gubernamental El 19.

No obstante, durante la caravana de este domingo, a su paso por barrios populares de Managua, numerosos conductores hicieron sonar sus bocinas, lanzaron proclamas en favor de los estudiantes y manifestantes antigubernamentales, y contra el Gobierno y levantaron los puños en señal de victoria.

Por su parte, centenares de peatones y pobladores de todas las edades salieron de sus casas con enseñas azules y blancas propias del emblema nacional y con cacerolas para permanecer en los aceras de sus viviendas y dar un caluroso apoyo a la caravana.

«Ellos (fuerzas combinadas gubernamentales) tienen balas y nosotros tenemos banderas. No necesitamos nada más para vencer al tirano (Ortega) y solo con eso y nuestras voces, lo lograremos y recuperaremos el país, porque es nuestro, no es de Daniel ni de Rosario» Murillo, dijo a Efe el nicaragüense Manuel Mendo, durante la caravana de vehículos.

En tanto, organismos humanitarios informaron hoy que una persona resultó muerta, siete heridas y otras 15 fueron detenidas en un enfrentamiento ocurrido en la ciudad nicaragüense de Sébaco entre manifestantes antigubernamentales con la Policía Nacional, apoyada por grupos afines al Gobierno.

El enfrentamiento, según la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), se produjo al anochecer de este sábado cuando un grupo de manifestantes opositores intentaba bloquear el paso de vehículos en un puente de Sébaco, 105 kilómetros al norte de Managua, y fueron repelidos por fuerzas del orden y parapoliciales.

Esa muerte se suma a la ocurrida ayer en la denominada «Marcha de las Flores» en Managua y a un desaparecido que fue encontrado muerto en la morgue del Instituto de Medicina Legal.

La violenta crisis que ha dejado cerca de 300 muertos en Nicaragua se debe a que se han «desatado fuerzas tenebrosas que siembran el terror y la muerte» en el país, dijo, por su lado, el obispo nicaragüense Silvio Báez.

«El Señor ha llorado abundantemente en Nicaragua en estos dos meses cuando se han desatado fuerzas tenebrosas que siembran el terror y la muerte en nuestros barrios, en nuestras ciudades, en nuestros caminos», señaló el religioso durante una homilía en la Catedral Metropolitana de Managua.

«Dios ha llorado abundantemente en estos meses en que la represión violenta y criminal se ha ensañado» en Nicaragua, afirmó el también obispo auxiliar de Managua.

La vicepresidenta del Gobierno, Rosario Murillo, ha atribuido la crisis que sufre el país a una invasión de «espíritus malignos que quieren el mal, y quieren que reine el mal en Nicaragua».

Hoy se cumplen en Nicaragua 75 días de la crisis sociopolítica, la más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente, que ha dejado 285 muertos y más de 2.500 heridos, según el último reporte ofrecido por la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) el martes pasado.

Desde entonces los organismos humanitarios han confirmado al menos cuatro muertos más.

Las protestas contra el Gobierno comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra. EFE

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