Argelia deportó a 391 personas y las abandonó en el desierto

Argelia. Foto referencial.

Argel (EFE).- Argelia expulsó a 391 personas a través de su frontera meridional y las empujó al desierto de Níger en precarias condiciones, informó hoy la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), agencia vinculada a Naciones Unidas.

Según la fuente, los expulsados -originarios de países del África Subsahariana- fueron detenidos por las autoridades argelinas en diferentes ciudades del país y llevados en vehículos a la frontera meridional.

«Todos llegaron el viernes a la ciudad nigeriana de Amssaka tras cruzar el desierto. La mayoría de ellos trabajaban en Argelia de manera irregular», explicó.

«Fueron detenidos en Argelia y llevados en camiones (al paso) fronterizo de In Guezzam, donde fueron obligados a cruzar a pie con muy poca agua y alimentos. Hay varios niños y algunas mujeres embarazadas», agregó.

La noticia de esta nueva deportación, que no ha sido confirmada ni desmentida por las autoridades argelinas, coincidió hoy en Argel con la sexta reunión del Comité bilateral fronterizo entre Argelia y Níger, que presidieron los ministros de Interior de ambos países, Noureddin Bedoui y Mohamed Bazoum.

En declaraciones a la prensa local en la inauguración de la misma, Bedaoui insistió en que Argelia no aceptará la apertura de centros de detención transitorios propuestos por diferentes responsables políticos europeos y luchará contra la inmigración con sus propias políticas.

Níger, sin embargo, ha abierto una oficina en la capital para colaborar con la OIM en un programa de gestión de repatriación voluntaria de migrantes subsaharianos, en su mayoría provenientes de Libia.

Organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han denunciado, por su parte, el tratamiento «inhumano» que el régimen argelino da a miles de hombres, mujeres y niños migrantes, en su gran mayoría subsaharianos.

«Desde enero, Argelia ha expulsado a miles de hombres, mujeres y niños a Níger y Mali en condiciones inhumanas, y en muchos casos sin considerar su estatus legal en Argelia o el grado de vulnerabilidad individual», dijo HRW en un comunicado.

La organización exhortó, asimismo, al Gobierno argelino a poner fin a las expulsiones arbitrarias y sumarias, y pidió desarrollar un sistema de asignación equitativa y legal de los migrantes en situación irregular.

En un informe presentado el pasado febrero, AI resaltço, por su parte, que más 6.500 inmigrantes procedentes de África subsahariana fueron víctimas de detención arbitraria y expulsión forzosa en 2017 en Argelia.

El ministro argelino del Interior, Noureddine Bedoui, admitió en mayo pasado la expulsión de unos 27.000 migrantes en los últimos tres años, pero afirmó que se hizo «en el marco del estricto respeto a los derechos humanos», y acusó a las ONG de intentar «dañar la imagen» del país. EFE (I)

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