China aumenta su presencia en Argelia con un nuevo contrato petrolero

La Compañía argelina de petróleo Sonatrach y el grupo China Petroleum Engineering and Construction (CPECC) firmaron hoy un contrato por valor de 410 millones de dólares para la rehabilitación de la refinería de Sidi R’cine, situada en Argel, informó la agencia estatal APS.

El acuerdo es el último gran contrato millonario que consigue China en Argelia, país que en la última década ha concedido a Pekín proyectos de construcción e infraestructuras por valor de 22.000 millones de dólares.

La mayor parte de esos contratos se otorgaron entre 2011 y 2014, fecha en la que se han desarrollado en la zona las llamadas «primaveras árabes», de las que Argelia fue uno de los pocos países de la región que salió prácticamente ileso.

Además del sector de la energía, empresas chinas se han hecho con grandes obras estatales como el nuevo aeropuerto de la capital o la gran Mezquita de Argel, que cuando se inaugure en diciembre será la más grande de África y lucirá uno de los minaretes más altos del mundo.

Según la agencia APS, el nuevo proyecto de rehabilitación de la refinería de Argel tiene un plazo de 21 meses y debe permitir, una vez homologado, aumentar en un 35 % la capacidad de refinado de esta unidad.

Los trabajos de rehabilitación fueron interrumpidos en junio de 2015 tras la decisión de Technip de retirarse del proyecto, después de haber reclamado en vano un sobrecoste de 300 millones de dólares para terminar las obras.

La reducción de los costes de la importación de combustibles es uno de los objetivos estratégicos del Gobierno argelino, que trata de contener una grave crisis económica fruto del abrupto descenso de los precios del petróleo, única riqueza del país.

El ministro de Energía, Nuredin Buterfa, aseguró esta semana que su país logró reducir su importación de combustible un 18 por ciento los últimos nueve meses como parte de un plan estratégico que busca cubrir de forma autónoma la demanda nacional de combustible en 2021.

«Las importaciones de combustible ascendieron a 2,7 millones de toneladas entre enero y septiembre de este año frente a los 3,3 millones de toneladas del mismo período de 2015», detalló Buterfa.

El ministro negó, asimismo, que la empresa nacional de petróleo Sonatrach «haya participado en operaciones de tratamiento del petróleo crudo en el extranjero, limitándose a importar los productos petroleros tratados y acabados, cuyo coste era menor. No fueron operaciones lucrativas para Argelia», afirmó.

El petróleo y el gas suponen la principal riqueza de Argelia y la base de su frágil y subsidiada economía de corte socialista, ya que suponen el 97 por ciento de las exportaciones de un país que apenas produce nada.

La demanda de gasolina y otros carburantes ha descendido este año, coincidiendo con la decisión del gobierno de recortar los subsidios para tratar de minimizar los efectos negativos de la abrupta caída de los precios del petróleo. EFE (I)

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