Organización política acusa a Ortega de «terrorismo de Estado»

ARCHIVO | Managua 09 Enero del 2012 Daniel Ortega y Omar Hasleleven reciben cartas credenciales de presidente y Vice por Roberto Rivas del CSE .Foto LA PRENSA/Uriel Molina

La organización política Frente Amplio por la Democracia (FAD) acusó hoy al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de cometer «terrorismo de Estado», en medio de una crisis que ha dejado entre 295 y 448 muertos desde abril.

Según dijo a los periodistas la líder de la organización, Violeta Granera, la represión, intimidación y persecución política por medio de las más diversas técnicas, «es otra forma del terrorismo de Estado que está practicando el régimen»,

«Los movimientos sociales, organizaciones, partidos políticos e independientes, agrupados en el FAD, rechazamos y denunciamos de forma categórica nuevas forma de represión, intimidación y persecución política«, resaltó la organización, pero en un comunicado.

Según el FAD, tanto la represión, como la intimidación y la persecución política, «han incrementado la cifra de desaparecidos, así como de prisioneros de conciencia que enfrentan en procesos ilegales, cargos de terrorismo formulados por la Fiscalía, después de haber sido detenidos arbitrariamente por fuerzas paramilitares».

La organización sostuvo que estas nuevas formas de represión explican por qué la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) cuenta 448 muertos, más de 2.800 heridos, y más de 700 desaparecidos, sin embargo, ayer el propio mandatario rebajó la cifra de fallecidos a 195.

«Ortega es una amenaza para el país, para la región, necesita salir del poder para que haya verdadera paz y justicia«, sostuvo la integrante del FAD y presidente del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Suyén Barahona.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió la semana pasada de una «tercera fase» de represión que consiste en la «criminalización de los manifestantes», y la ha denominado como «más ruda, más explícita y burocrática», porque utiliza la justicia contra las personas.

Entre los tipos de represión mencionados por el FAD están «el despido masivo a médicos y personal del sistema de salud que atendieron a civiles heridos en las protestas o rechazaron la prohibición de ofrecerle asistencia«.

El FAD incluyó en la lista «amenazas, capturas y golpizas a periodistas independientes», la invasión de propiedades que pertenecen a quienes adversan a Ortega, así como «el saqueo y quemas de casas de ciudadanos opositores».

El FAD llamó a todos los sectores de la sociedad nicaragüense a denunciar «esta nueva oleada de represión del Gobierno», y advirtió con promover un cambio de autoridades nacionales para anular los juicios políticos contra los manifestantes.

Tanto la CIDH como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por «asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias», lo que Ortega ha negado.

Nicaragua atraviesa la crisis más sangrienta desde los años 80 del siglo pasado, también con Ortega como presidente.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario. EFE

(I)

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