Lesbianas inglesas registran con sus apellidos a sus dos hijos ecuatorianos

Una pareja de lesbianas inglesas registró hoy con sus apellidos a sus dos hijos luego de que en mayo pasado, la Corte Constitucional ecuatoriana fallara a su favor.

«Satya y su hermano Arundel fueron inscritos en agencia del Registro Civil cumpliendo con lo dispuesto por la Corte Constitucional», informó el Registro Civil a través de su cuenta de Twitter.

En esa red social, precisó que al proceso de registro se permitió el ingreso de medios de comunicación, familiares, acompañantes y delegados de la Defensoría del Pueblo «previo autorización de las madres».

De su lado, la Defensoría del Pueblo indicó en su cuenta de Twitter que el Registro Civil informó a «Helen y Nicola, madres de Satya y Arundel, que los niños han sido registrados con los apellidos de ambas, de manera satisfactoria, y así constarán en sus cédulas de ciudadanía».

La Defensoría incluyó en su perfil de la mencionada red social una fotografía en la que se aprecia a una de las ciudadanas inglesas ayudando a un infante a colocar sus dedos en la máquina de registro de huellas dactilares.

En otro trino, la Defensoría señaló que verificó que consten los datos de ambas madres en los registros de los niños, «tal como dictaminó la Corte Constitucional».

En mayo de 2012, las mujeres, residentes en Ecuador, aseguraron que trasladarían su lucha a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) si en el país andino no prosperaba su batalla legal para inscribir a su hija -nacida por inseminación artificial- con el apellido de ambas.

Helen Bicknell y Nicola Rothon, una pareja que cuando inició su batalla legal llevaba catorce años junta, decidieron tener su primer bebé, Satya, que nació en 2011, y luego tuvieron otro niño.

Las madres decidieron inscribir a la niña con el apellido de las dos, pero el Registro Civil no se los permitió.

El problema recaía en que si bien la Constitución ecuatoriana de 2008 reconoce a las «familias en sus diversos tipos» y da la libertad a los progenitores de inscribir a sus descendientes con el nombre que deseen, la normativa del Registro Civil, de 1978, solo permite que los niños lleven los apellidos de un hombre y de una mujer o los de la madre soltera.

El Registro Civil -se informó entonces- se había negado a inscribir a Satya porque «no existe en la ley ecuatoriana la doble afiliación materna o paterna».

Rothon se negaba a escribir a su hija solo con su apellido como madre soltera porque defendía que tenía «una familia».

Al conocer en mayo pasado la decisión de la Corte Constitucional, Diane Rodríguez, presidenta nacional de la Federación ecuatoriana de organizaciones LGBTI, dijo que con el reconocimiento de la filiación se ha dado «un pequeño paso» en la defensa de los derechos.

La Federación señaló entonces que «esta lucha que ha llevado seis años, permite al país convertirse en un ejemplo en el reconocimiento de la filiación de los hijos de familias homoparentales así como un precedente legal en el Ecuador, en el que una pareja de personas del mismo sexo, puedan inscribir a sus hijos con el apellido de ambos sin que esto represente adopción». EFE

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