Neoyorquinos expresan su respeto a Aretha Franklin, a quien el Apollo honra

Aretha Franklin

Los neoyorquinos expresan de forma espontánea su respeto y cariño por la «reina del Soul», Aretha Franklin, fallecida ayer a los 76 años de edad, con pintadas en el metro o acercándose desde ayer al Teatro Apollo, que la encumbró a la fama en 1962 y que le rinde tributo en sus luminosos.

Esta mañana han aparecido pintadas con el nombre de «Aretha» sobre todos los rótulos, grandes y pequeños, de la parada Franklin Avenue de Brooklyn, en recuerdo a la artista de Detroit.

Asimismo, los seguidores de la cantante siguen acudiendo a la entrada del Teatro Apollo de Harlem, plataforma de grandes artistas, para expresar su cariño por la leyenda del soul, a la que el teatro dedica una de sus estrellas en el suelo de la entrada.

En los rótulos y luminosos del teatro Apollo aún se puede leer: «El Apollo honra a una leyenda. Aretha Franklin 1942-2018» y «Descanse en paz. Aretha Franklin. Reina del Soul».

«Respect», una canción que su voz transformó en un himno al feminismo a finales de los años 60, se grabó un día de San Valentín en los estudios que Atlantic tenía en Broadway, en el corazón de Manhattan, adonde la joven Aretha, con 24 años, había viajado desde Detroit, donde vivía ya independiente en un pequeño apartamento con un piano mirando a la ventana.

Pero fue con solo 19 años, cuando ya apuntaba a prodigio, que subió al escenario del Teatro Apollo de la mano de la orquesta Count Basie en su debut en la calle 125 de Nueva York, el corazón del Harlem, y sus posteriores conciertos en el Apollo ayudaron a crear la leyenda musical.

Aretha Franklin, «la reina del soul» que exigió «Respect» y que se erigió en una de las voces más imponentes y carismáticas del siglo XX, falleció ayer a los 76 años en su casa de Detroit.

La brillante cantante de temas eternos como «Think» y «Chain of Fools» murió rodeada por sus seres queridos tras varios días en cuidados paliativos en su residencia debido al cáncer de páncreas que sufría, indicó su representante, Gwendolyn Quinn. EFE

(I)

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