El presidente de EE.UU., Donald Trump, estuvo a punto de ordenar el año pasado el asesinato del líder sirio, Bachar al Asad, y en una ocasión llamó «retrasado mental» a su fiscal general, Jeff Sessions, según un nuevo libro del periodista Bob Woodward del que hoy se conocieron algunos detalles.
«Fear: Trump in the White House» («Miedo: Trump en la Casa Blanca»), que saldrá a la venta el próximo 11 de septiembre, es un análisis del caos en el Ala Oeste a cargo de Woodward, cuyo trabajo en el diario The Washington Post para desentrañar el caso Watergate contribuyó a la dimisión del presidente Richard Nixon (1969-1974).
Entre los detalles adelantados hoy por The Washington Post destaca un episodio de abril de 2017, cuando Trump respondió iracundo a los informes de un ataque químico del régimen de Al Asad contra civiles en Siria.
«¡Matémoslo de una puta vez (a Al Asad)! Hagámoslo. Metámonos ahí y matemos a toda esa puta gente», dijo Trump en una conversación telefónica con su secretario de Defensa, James Mattis.
El jefe del Pentágono respondió que se pondría a ello, pero al colgar el teléfono le dijo a un asesor que no harían «nada de eso», sino que organizarían una respuesta «mucho más contenida»: el bombardeo contra una base aérea siria que Trump ordenó finalmente.
El libro de Woodward retrata varios momentos en los que los asesores de Trump tratan de persuadirlo o incluso engañarlo para que no ceda a sus impulsos más extremos.
Por ejemplo, el que hasta marzo pasado fuera el principal asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn, robó en una ocasión una carta que Trump tenía en su escritorio y que planeaba firmar para retirar a Estados Unidos de un acuerdo comercial con Corea del Sur, y el mandatario no se enteró, de acuerdo con Woodward.
Cuando, a comienzos de 2017, Trump pidió a su asesor Rob Porter que redactara una carta para iniciar el proceso de retirada de EE.UU. del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), este consultó a Cohn, quien le respondió: «Pararé esto. Le quitaré el papel de su mesa», de acuerdo con el libro.
Woodward también asegura que, en una ocasión, Trump dijo sobre su fiscal general: «Este tipo está retrasado mentalmente. Es un tonto de los del sur (de EE.UU.). Ni siquiera le permitirían ser abogado de tercera en Alabama».
Y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, llamó «idiota» a Trump durante una reunión, en la que comparó el Ala Oeste con «un pueblo de locos», de acuerdo con el periodista.
Kelly negó hoy en un comunicado haber llamado «idiota» a Trump, y la Casa Blanca acusó a Woodward de haber llenado su libro de «historias inventadas» para «dejar mal al presidente». EFE