La mayoría de los colegios electorales brasileños cerró sus puertas hoy a las 17.00 hora local (19.00 GMT), tras unos comicios para los que estaban convocados 147,3 millones de votantes para elegir al nuevo presidente y renovar el Congreso y los gobiernos regionales.
Además de un nuevo presidente, los brasileños convocados a las urnas en los 5.570 municipios y en 171 localidades en el exterior eligieron a los gobernadores de los 27 estados del país, dos tercios del Senado y los 513 diputados federales, así como renovaron los legislativos regionales.
Las urnas permanecerán abiertas en las ciudades que tienen husos horarios diferentes a los de las regiones sur, noreste y sureste del país, que concentran a la mayor parte de la población.
El estado de Acre, en el oeste de Brasil y fronterizo con Bolivia, será el último en que se cierren los colegios debido a que tiene tres horas de diferencia con respecto a Brasilia.
Por causa de los diferentes husos horarios los primeros boletines oficiales, así como las encuestas a pie de urna, sólo se conocerán a partir de las 20.00 hora local (22.00 GMT), cuando finalice la votación en Acre.
La jornada electoral, que ha durado nueve horas transcurrió con normalidad y sólo tuvo algunos incidentes aislados.
Según el Ministerio de Seguridad Pública, hasta las 15.00 hora local (18.00 GMT) se habían registrado 1.183 crímenes electorales, por los que fueron detenidas 260 personas, entre ellas seis candidatos que se promovían dentro de los lugares de votación.
Además del proselitismo al lado de la urna, el principal crimen reprimido fue la propaganda electoral irregular.
El Tribunal Superior Electoral, por su parte, informó de que hasta las 14.00 hora local (17.00 GMT), es decir tres horas antes del cierre de los colegios electorales, había sustituido 964 urnas electrónicas que registraron fallas, que corresponden tan sólo al 0,19 % de los 454.494 artefactos instalados en todo el país.
La expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla, jefa de la primera misión de observación electoral de la OEA en Brasil, afirmó que los comicios transcurrieron «con bastante normalidad» y sin incidentes.
«Hemos observado un proceso con bastante normalidad, que hasta contrasta con la preocupación que existía en la campaña», dijo la funcionaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien aclaró que, entre los 40 observadores desplegados en 13 de los 27 estados del país, «no hay relatos de problemas que puedan llamar la atención».
Las elecciones se celebraron con la seguridad reforzada por el Ejército en 513 de los 5.570 municipios del país, en su mayoría en la región amazónica y en el empobrecido nordeste, pero también en Río de Janeiro, en donde una creciente ola de violencia obligó al Gobierno a determinar una intervención militar en febrero pasado.
Las elecciones de este año, las más imprevisibles desde que Brasil recuperó la democracia en 1985, se han caracterizado por un clima de radicalización y polarización entre el socialista Fernando Haddad y el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien fue acuchillado durante un mitin el 6 de septiembre pasado.
Según las últimas encuestas, Bolsonaro, un polémico candidato por ser defensor de la dictadura militar (1964-1985) y por sus declaraciones machistas, racistas y homófobas, ganará la primera vuelta con cerca del 40 % de los votos válidos, en tanto que Haddad lo escoltará con el 25 %.
Como ninguno alcanzará más de la mitad de los votos válidos, de acuerdo con los sondeos, los dos más votados tendrán que medirse en una segunda vuelta prevista para el 28 de octubre, en la que el ultraderechista figura con una ligera ventaja pero en empate técnico con Haddad, que sucedió al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT). EFE
Bolsonaro cree que ganará en primera vuelta
El ultraderechista Jair Bolsonaro, líder en los sondeos para las presidenciales de hoy en Brasil, dijo confiar en que será elegido este domingo sin necesidad de disputar una segunda vuelta, en tanto que Fernando Haddad y Ciro Gomes, sus principales rivales, afirmaron que esperan ir al balotaje.
«Se decide hoy», afirmó Bolsonaro tras votar hoy en Río de Janeiro y al ser interrogado sobre si confiaba en garantizar su elección en la primera vuelta, para lo que necesita obtener más de la mitad de los votos válidos.
En su primera aparición pública desde que fue acuchillado en un mitin el 6 de septiembre pasado, ya que pasó tres semanas hospitalizado, Bolsonaro aparentó buen estado de salud y caminó sin dificultades pero estaba visiblemente más delgado.
Las elecciones más imprevisibles desde que Brasil recuperó la democracia en 1985 se han caracterizado por la polarización entre Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad, quien sustituyó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
Según las últimas encuestas, Bolsonaro ganará la primera vuelta con el 40 % de los votos válidos, en tanto que Haddad lo escoltará con el 25 % y el laborista Ciro Gomes quedará tercero con el 15 %.
Pero como ninguno alcanzará más de la mitad de los votos válidos, los dos primeros tendrán que medirse en una segunda vuelta el 28 de octubre, en la que el ultraderechista figura con una ligera ventaja pero en empate técnico con el socialista.
Haddad, por su parte, manifestó que confía en que estará en la segunda vuelta y que podrá vencer al balotaje debido a que Bolsonaro ya no podrá huir de los debates y de exponer sus proyectos.
«Tenemos mucha confianza de que habrá una segunda vuelta y eso es muy bueno para Brasil», afirmó el candidato del PT antes de votar en un colegio en el que escuchó cacerolazos de algunos vecinos.
Ciro Gomes mostró la misma confianza y se dijo muy optimista con la posibilidad de que una remontada le permita quedar entre los dos candidatos más votados para ir a la segunda vuelta.
«Estoy muy optimista y con mucha esperanza de que Brasil sea iluminado por Dios en esta hora tan difícil y que el pueblo pueda ser el instrumento que Dios usará para que la Nación brasileña pueda protegerse de la violencia y el radicalismo», aseguró tras votar en la ciudad de Fortaleza, de la que fue alcalde.
El laborista se considera una alternativa para acabar con la actual polarización y la radicalización.
El socialdemócrata Geraldo Alckmin, cuarto favorito (8 %), prefirió pedir cautela y dijo mantener viva la esperanza de llegar a la segunda vuelta pese a su ubicación en los sondeos.
La ecologista Marina Silva, quinta en los sondeos (3 %), afirmó que ninguno de los candidatos que polarizan las elecciones son una buena alternativa para la sociedad.
«Brasil vive hoy una grave crisis política, económica y social, y una profunda crisis de valores. Los dos partidos que están generando hoy la polarización no son una alternativa para la sociedad», aseguró tras votar en la ciudad de Río Branco, capital de Acre.
Pese a la polarización, el presidente Michel Temer afirmó que confía en que los brasileños se unirán después de las elecciones.
«Desde el primer momento pregono mucho la armonía. Así que termine el pleito, ustedes verán que los brasileños van a unirse. No tengo duda de eso», afirmó el jefe de Estado.
Temer también manifestó su confianza en las urnas electrónicas, cuya fiabilidad ha sido puesta en duda por Bolsonaro. «Siempre funcionaron bien. Nunca hubo algún problema y no hay ningún problema en relación a las urnas electrónicas», afirmó.
Su confianza fue refrendada por la magistrada Rosa Weber, presidenta del Tribunal Superior Electoral (TSE), que en rueda de prensa reafirmó su «total confianza en el sistema» que se utiliza desde hace dos décadas y que nunca ha sido objeto de denuncias de fraude.
Según el TSE, durante las primeras dos horas de votación tan sólo tuvieron que ser sustituidas por diversos fallos 310 urnas electrónicas, que representan un 0,06 % del total.
De acuerdo con un balance del Ministerio de Seguridad, hasta media jornada fueron detenidas 108 personas, entre las cuales seis candidatos, acusadas de diferentes crímenes electorales, principalmente proselitismo junto a las urnas (71), propaganda irregular (65), transporte irregular (19) y compra de votos (10).
Además de un nuevo presidente, los 147,3 millones de brasileños convocados a las urnas elegirán a los gobernadores de los 27 estados del país, dos tercios del Senado y los 513 diputados federales, así como renovarán los legislativos regionales. EFE