Urge un mercado laboral más flexible

Jorge Calderón Salazar

Jorge Calderón Salazar

 Guayaquil, Ecuador

El empleo es una de las principales preocupaciones para cualquier gobierno, por ello no deja de estar en las ofertas de campaña incluso aunque la economía marche bien. Si bien hay varias teorías y escuelas de pensamiento económico que explican sus orígenes y como debe corregirse el mismo, sin lugar a duda dependerá de las condiciones del mercado laboral del país, su legislación, incluso hasta de los aspectos culturales del mismo.

Ecuador no deja de ser la excepción, al momento revisar la cifras de desempleo que muestran la eliminación de cerca de 150 mil puestos de trabajo en la economía, muy lejos de los 250 mil empleos por año que prometió crear el presidente Moreno cuando estaba en campaña. Debe tenerse presente que los últimos 3 años la economía se encuentra en una etapa recesiva, que si bien existieron meses con un comportamiento positivo de algunas variables, la tendencia muestra que la economía ecuatoriana no “levanta cabeza”, evidenciado en el reajuste de las cifras del Banco Central en varias oportunidades referente al crecimiento del país y a eso se suma las proyecciones a la baja del Fondo Monetario Internacional respecto a como crecerá el país en los próximos años.

Si bien el origen de los problemas económicos en el país es de carácter fiscal, por la importante inyección de gasto público que se dio en la economía y derivado de esto la fuerte dependencia del sector privado (algunos sectores), la altísima carga tributaria, el desbalance en las cuentas fiscales, entre otros; como sabemos todo esto incidió en la economía cuando empezaron a disminuir los flujos de ingresos extraordinarios externos. Ahora bien, ¿cómo evitar esto en el futuro? Obviamente debe iniciar con las correcciones o ajustes que debe llevar a cabo el gobierno para equilibrar las finanzas públicas, pero entre las tantas tareas a enfocarse debe tener presente una reforma laboral profunda.

Dicha reforma debe contemplar más formas de contratación y pago, aunque si bien el Ministerio de Trabajo ha avanzado en este campo en los últimos meses, es necesario ampliar e incorporar a nuestra legislación laboral más alternativas que permita flexibilizar el mercado laboral sin poner en riesgo ni precarizando los derechos de los trabajadores.  Los nuevos modelos de contratos en el sector privado debe tener un efecto multiplicador en el empleo y debe verse como una oportunidad que brinda facilidades de empleo estacional y temporal para todos los ecuatorianos.  La normativa debe ayudar a reestructurar los costos de producción y dinamizar la economía, el salario podrá ser cancelado diaria, semanal, quincenal o mensualmente conforme el acuerdo con el empleado.

La normativa genera expectativas y es una importante oportunidad que el sector privado debe explorar para generar mayores plazas de trabajo. Las empresas también tendrán un menor costo laboral porque ya no será necesario contratar a un trabajador a tiempo completo. Por ejemplo, una compañía que desarrolla eventos cada cierto tiempo podrá contratar a las personas en función de la actividad económica y no de un contrato fijo. Así mismo, el trabajador también se beneficiará del tiempo libre que podrá dedicar a otra actividad y tener varias alternativas de empleo que le permitan mejorar sus ingresos.  El pago por horas, por ejemplo, sería un forma importante de impulsar la contratación de jóvenes, adultos mayores, madres solteras, entre otros, y para los emprendedores sería una forma de reducir costos al momento de iniciar sus negocios.

Es importante entender que los distintos actores (Estado, empresas, emprendedores, empleados…) deben estar claros en las normativas para que no existan malos entendidos, como lo sucedido en el gobierno anterior que eliminó la flexibilización laboral.  Debe verse como una oportunidad para el sector privado en aras de fomentar la creación de puestos de trabajo directos e indirectos, así también para los trabajadores para mejorar sus ingresos, el gobierno verá beneficios al contar con una economías más diversificada y que resulte atractiva para la inversión extranjera. En sí, debemos llevar a cabo reformas que faciliten la contratación y la generación del empleo en el país. (O)

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