Exministro de Ambiente: deforestación destruye 80.000 ha. anuales de Amazonía

Esta fotografía difundida por Petroecuador el martes 4 de junio de 2013 muestra una imagen aérea del sitio de derrame de crudo causado por la ruptura de un oleoductco cerca del volcán El Reventador, en la amazonia ecuatoriana. (AP foto/ Petroecuador)

La deforestación en la Amazonía de Ecuador destruye unas 80.000 hectáreas anuales y «es uno de los principales problemas que afronta el país», al que se unen la actividad extractiva, el cambio climático y la erosión del suelo, entre otros, explica el biólogo y exministro de Ambiente Tarsicio Granizo.

«La deforestación en la Amazonía de Ecuador ronda las 80.000 hectáreas brutas anuales, que para un país pequeño como este es muchísimo», mientras la «deforestación neta es poco más de la mitad con 45.000 hectáreas», dice a EFE Granizo en el marco de la Asamblea Mundial de Medioambiente de la ONU en Nairobi.

Lamenta que en la cumbre de la capital keniana «no ha habido avances en relación a los temas de deforestación y temas forestales, siendo el foro medioambiental más importante del mundo, no ha habido acuerdos sobre los temas que más nos preocupan».

En Latinoamérica y concretamente en Ecuador «preocupa mucho el avance de la frontera agropecuaria sobre los bosques y otros ecosistemas, y en Nairobi no ha habido acuerdo sobre cómo se puede pensar globalmente en nuevos modelos de desarrollo que den bienestar a la población sin afectar al medioambiente».

Algunos países como «Estados Unidos, Brasil o Indonesia han bloqueado las negociaciones en ciertas líneas de otros países» porque creen que la solución no pasa por «parar la deforestación sino por poner en marcha otros mecanismos».

La pérdida de mas forestal «tiene que ser detenida en la Amazonía», asevera, porque «es uno de los sistemas ecológicos más importantes del planeta» que regula el funcionamiento de muchos otros, si llega a destruirse «puede llegar a un colapso y afectar a otros sistemas del planeta».

Advierte que la deforestación ha «subido muchísimo» en Latinoamérica y apunta a Colombia tras la firma de los acuerdos de paz, a Brasil donde se prevé que suba con el nuevo gobierno de Jair Bolsonaro, y a Perú. en la región Madre de Dios, donde además hay mucha contaminación de las fuentes de agua.

La deforestación «es un panorama complicado en la mayoría de países de Latinoamérica», sostiene el exministro de Ecuador.

Pero la deforestación no es el único problema que afecta a la Amazonía, Ecuador pasa por una «profunda crisis económica, necesita recursos económicos», que «tradicionalmente se han obtenido del petróleo y la minería, sectores utilizados para la obtención de dinero fresco y rápido, lo cual ha traído consecuencias medioambientales evidentes», señala el biólogo ecuatoriano y miembro de la Coordinación Amazónica de WWF.

Aunque las consecuencias ahora «son menores porque las tecnologías han avanzado», sin embargo, «ahora viene la minería industrial, que está trayendo no solo impactos ambientales si no también una serie de problemas sociales, sobre todo con poblaciones indígenas y otros grupos».

Pero, además, Ecuador debe ocuparse por lograr una mejor gestión de los residuos porque «más de la mitad de gobiernos locales tiene aún botaderos (vertederos) a cielo abierto», según Granizo, «un problema medioambiental pero también para la salud pública».

A Granizo le preocupa asimismo la «pérdida de cientos de toneladas de suelo fértil al año por el grave problema de erosión del suelo por malas prácticas agrícolas».

Y si bien en el litoral del país no se han creado las «islas de plástico, «cada vez hay más problema con este material y con los microplásticos».

El cambio climático está afectando sobre todo a la destrucción de glaciares, dice, y añade, que otro problema a afrontar es la contaminación atmosférica en Quito, donde se espera que la apertura del servicio de metro reduzca la utilización del vehículo privado.

Sobre Galápagos, señala que es un lugar «bastante bien conservado al estar un 97-98 % de su territorio dentro de la reserva del Parque Nacional», sin embargo, el 3 % restante, donde se encuentran los núcleos urbanos «deben lograr un desarrollo más sostenible para las islas».

Ecuador tiene «una biodiversidad megadiversa», pero tiene muchos problemas medioambientales que solucionar, concluye Granizo. EFE

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