El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) que aglutina a varias centrales sindicales indicó, a través de un comunicado, que rechazan el Acuerdo Nacional, porque tiene una agenda preestablecida entre el Gobierno, el Fondo Monetario Internacional (FMI), los empresarios y la “derecha oligárquica”, con el objetivo de reducir o eliminar los derechos de los trabajadores a través de reformas tributarias y laborales.
El martes pasado, la Unión Nacional de Educadores (UNE) publicó un mensaje en su cuenta oficial de Twitter señalando que, como parte del FUT, no asistirá al Acuerdo Nacional convocado por el Gobierno. Pero, vía telefónica, ayer, la presidenta del gremio de maestros, Isabel Vargas, aseguró que sí asistirán a los encuentros de la mesa de educación y a todas las mesas en las que estén representadas todas las partes involucradas en cada temática. En la tarde, el tuit fue eliminado.
Ayer, el ministro de Educación, Milton Luna, el titular de la Secretaría Nacional de Educación, Ciencia y Tecnología (Senescyt), Adrián Bonilla, y representantes de organizaciones de la sociedad civil inauguraron la mesa de educación, la primera de siete propuestas por la Vicepresidencia referentes a seguridad social, empleo, lucha contra las drogas, cambio climático y otros.
Aunque el presidente Lenín Moreno encargó al vicepresidente Otto Sonnenholzner liderar este proceso, ayer, ninguno de los dos estuvo presente en el acto inaugural.
El primero remitió una carta de excusa y el otro asistió a otro evento organizado por el Ministerio de Trabajo. Además, en la lista de firmantes de dicho Acuerdo expuesta en el evento, a través de un video, no constaba ningún representante de la UNE.
Mientras los panelistas se referían a que la finalidad del Acuerdo Nacional por la educación es mejorar la calidad de esta en el corto, mediano y largo plazo, tomando en cuenta cuatro enfoques: derechos humanos, cuidado del planeta, cultura de paz e interculturalidad, decenas de estudiantes gritaban afuera del Teatro Universitario de la Universidad Central consignas en contra del evento, diciendo que “no es un acuerdo nacional, sino una imposición del Banco Mundial y que no existe ningún diálogo”. Al finalizar el acto, bloquearon la avenida América, por cerca de una hora.
La Conaie tampoco participará. Su presidente, Jaime Vargas, criticó la convocatoria y dijo que desconoce cuál es su objetivo, y agregó que se hace en medio de la “desesperación” del régimen. El dirigente considera que el Acuerdo puede generar divisiones en la Conaie y Pachakutik (PK), pues hay “intención” de dialogar con las autoridades seccionales electas.
“Ya tenemos temas planteados al Gobierno. No hace falta llegar a acuerdos. ¿Con quién vamos a llegar a acuerdos? ¿Con quién? ¿Con las transnacionales? ¿Con otros gobiernos? ¿Con quién?”, dijo. (I)