La madrugada del 7 de julio de 2018, Wilson Patricio V. llegó hasta un hostal, ubicado en la parroquia Baños, en Cuenca. Tocó el botón del timbre y le contestó –a través del intercomunicador– una joven que laboraba como recepcionista. Él le solicitó una habitación.
La joven le abrió la puerta y cuando se encontraban en la recepción, él la golpeó en la boca, en el rostro y le pidió que le entregara el dinero. Luego la llevó a la fuerza hasta una habitación, donde la intimidó diciéndole que tenía un arma blanca y la agredió sexualmente.
Tras el hecho, la víctima trató de tranquilizarlo, le dijo que no contaría lo sucedido, le dio agua y una cobija. Salió de la habitación y pidió auxilio a sus jefes. Llamaron a la Policía, que de inmediato detuvo al victimario en delito flagrante.
Durante la investigación, la fiscal Fernanda Aguirre obtuvo las pruebas que demostraron el cometimiento del delito: la valoración del médico legista a la joven y determinó la existencia de lesiones recientes en la zona genital; la pericia de audio y video de las cámaras de seguridad instaladas en el hostal y el perito del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, que procedió con la pericia biológica, con la que se demostró la presencia de proteína P30 en los hisopados que contenían fluidos corporales de la víctima.