La lucha por el matrimonio civil igualitario marcó este sábado la celebración del Orgullo Gay en las principales ciudades de Ecuador, con multitudinarias marchas en las calles tanto de grupos conservadores como del propio colectivo LGTBI.
Unas 15.000 personas desfilaron la mañana de este sábado por las calles del centro histórico de Quito para defender el concepto tradicional de la familia y en rechazo de un reciente fallo de la Corte Constitucional que abre las puertas a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Esa marcha fue relevada por la tarde por el desfile del Día internacional del Orgullo LGTBI, que llenó de color las calles de las principales capitales mundiales y que, en Quito, estuvo marcado además por la defensa de la decisión del Constitucional, que ha polarizado a la sociedad en el último mes.
«Estamos felices de que el Ecuador sea uno de los países que protege los derechos de las comunidades LGBTI, que tengamos matrimonio, eso es digno de celebrarse», afirmó a Efe el activista Efraín Soria, cuyo caso particular fue el detonante de la decisión del máximo organismo de defensa de la Constitución ecuatoriana.
Soria apuntó que la manifestación por los alrededores del parque de La Carolina, en el norte de la capital ecuatoriana, es una marcha por la «paz, la alegría, la verdadera inclusión». Llevaban carteles con lemas como «El odio nunca hizo a nadie menos gay», «Cristo te necesita para amar, para amar y no para discriminar» o «A pesar del odio, seguimos floreciendo».
«No podemos imponer modos, estilos de vida, sino que cada persona pueda decidir cómo, con quién quiere vivir, compartir su amor, su afecto, su vida, su familia», dijo el activista.
Acompañados por perros que vestían la bandera arcoiris o que portaban carteles, y por decenas de niños con el símbolo del Orgullo dibujado en sus caras, miles de personas marcharon pausadamente entonando cánticos de reivindicación.
«Esta marcha no es de fiesta, es de lucha y de protesta», «Alerta, alerta, alerta que camina los LGTB por América Latina» y «Se nota, se siente, el Orgullo está presente», fueron algunas de las consignas que se pudieron escuchar a lo largo del recorrido, que duró poco más de tres horas.
No obstante, la alegría se hizo notar y la música inundó las calles quiteñas gracias a las discotecas móviles y camionetas que acompañaron la marcha y que hacían bailar a los miles de manifestantes, en su mayoría jóvenes.
«No buscamos una confrontación, buscamos simplemente una justicia social. Estamos en el camino de hacer de este un mundo mucho mejor», finalizó Soria.
Por su parte, un joven que se identificó como «Destiny» destacó la «unión» de las diferentes concepciones que existen dentro de la comunidad LGTBI «frente a toda la violencia y toda la discriminación que se levantó a raíz de la aprobación del matrimonio civil igualitario».
«Hemos descubierto una vez más cómo la sociedad ecuatoriana es profundamente homofóbica, profundamente violenta, y solo basan su creencia y prejuicio en un dios terrible, castigador que solo se regocija en el sufrimiento de los demás y en los que son diferentes», indicó a Efe, mientras de fondo se escuchaban los claxon de vehículos que apoyaban la marcha. EFE
