América Latina contiene en torno al 30 % de las reservas de agua dulce del planeta pero su distribución en el subcontinente tiene grandes contrastes, alertó este jueves el jefe de la División de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Sergio Campos.
«Más de un tercio de la población en Latinoamérica no tiene acceso a agua bebible», confirmó Campos durante su participación en la Cumbre de Fondos de Agua, que se desarrolla en la Ciudad de México este jueves y viernes.
Además, 16 de las ciudades más grandes de América Latina se encuentran «bajo algún grado de estrés hídrico», alcanzando en algunos casos «un nivel grave», aseguró Roberto Campa, director de Asuntos Corporativos de la Fundación Femsa y exsecretario de Trabajo y Previsión Social.
En este sentido, se ha calculado que unas 200 millones de personas en América Latina reciben un «servicio de agua discontinuo», confirmó Campos.
Asimismo, si se habla del tratamiento de las aguas, las cifras tampoco son positivas. Solo se estarían tratando el 18 % de las que se recolectan.
A pesar de ello, estos recursos se encuentran -en algunos casos- bien aprovechados, ya que el 70 % de la producción energética en el continente es de origen hidroeléctrico.
De hecho, en la región existen espacios con una gran riqueza hídrica, como el Amazonas o el sur de México, aunque también hay emplazamientos que se definen por su aridez, como el desierto de Atacama.
A nivel mundial, la escasez de agua afectaría a más del 40 % de la población, una cifra que «probablemente aumente debido al cambio climático», detalló la directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez.
Sin embargo, Jiménez también puso en valor que, en 2017, el 94,5 % de los mexicanos contaban con acceso al agua potable.
La directora de la Conagua también recalcó los avances que se han dado en favor del control y el monitoreo de la calidad del agua por parte de la nueva administración federal mexicana.
En su intervención, la representante de The Nature Conservancy, Wisla Heneghan, expresó: «Esperemos que el evento sirva de catalizador para fortalecer las relaciones entre diferentes sectores, para -así- poder profundizar en los Fondos de Agua y que se conviertan en una realidad en México y a nivel mundial».
Los Fondos de Agua son organizaciones que persiguen mejorar la gobernanza y la gestión del recurso hídrico mediante el diálogo entre las partes interesadas en el asunto.
Además, los mencionados Fondos de Agua también ofrecen asesoramiento científico para la identificación y priorización de los retos a resolver.
Esta experiencia comenzó hace casi 20 años en los humedales altoandinos, que se constituyen como unos ecosistemas de una gran biodiversidad y que -además- se alzan como fuentes de abastecimiento de agua a urbes tan relevantes como Quito (Ecuador).
En la actualidad, esta iniciativa ha llegado a 24 ciudades de ocho países diferentes de América Latina. EFE