
Durante la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, el ministro de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, expuso el plan económico para aplicar en el país caribeño en caso de una eventual salida del dictador Nicolás Maduro.
El plan, presentado como «una sugerencia», fue revelado frente a delegados de más de cincuenta países que asistieron al evento en Lima. Este consistiría en un esfuerzo de entidades internacionales (como el Banco Interamericano de Desarrollo) para «movilizar recursos y conocimientos especializados» tras la llegada de un nuevo gobierno democrático, presumiblemente encabezado por el opositor Juan Guaidó.
En las palabras de Ross, la primera etapa consiste en la llegada «inmediata» de ayuda humanitaria al país. La segunda, que duraría varios meses, habría de «revertir el impacto del socialismo» y la última, «a largo plazo», devolvería la economía venezolana a un estado de crecimiento.
Estados Unidos es uno de los principales aliados de Juan Guaidó, líder opositor venezolano reconocido como presidente interino de la nación por más de cincuenta países que incluyen la mayor parte de América Latina. (I)