Más de 300 detenidos en operativos de seguridad en Ecuador

La Policía ecuatoriana detuvo a más de trescientas personas y se incautó de un centenar de armas en diferentes operativos realizados la semana pasada, de forma simultánea, en catorce de las 24 provincias de Ecuador.

En una rueda de prensa, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, detalló este lunes que las acciones de seguridad simultáneas tuvieron lugar durante tres días, entre el 27 y 29 de agosto, en el marco de la denominada operación antidelincuencial «Jaque Mate X«.

Apuntó que se trató de 37 operativos en los que se detuvo a 306 personas, se desarticuló 21 bandas presuntamente delincuenciales, se incautaron cien armas de fuego y 5.400 municiones.

Más de 4.700 de esas municiones procedentes de Perú (de 9 y 16 milímetros) se decomisaron en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, según Carlos Cabrera, director de la Policía Judicial, quien especuló que se pretendía llevar ese material a Colombia «para que sirva para la guerrilla».

Según Romo, las municiones halladas en Santo Domingo de los Tsáchilas estaban en dos automóviles.

En los operativos en el marco de «Jaque Mate X» también se rescataron bienes de patrimonio cultural y se incautaron «miles de dosis» de sustancias estupefacientes así como precursores sólidos y líquidos relacionados a los temas de narcotráfico, añadió.

En la rueda de prensa, la ministra comentó que en el «Jaque Mate X» también se logró la incautación de 89.000 dólares falsos y se detectó también el delito de contrabando de combustibles.

Según la ministra Romo, de todas las operaciones «Jaque Mate», la décima ha sido la «más grande» y la de resultados «más altos en número de detenidos y de armas incautadas».

La funcionaria aprovechó la rueda de prensa para referirse a una tentativa de asalto a una sucursal de BanEcuador el pasado viernes en el cantón de Naranjal, provincia de Guayas (suroeste), en la que se emplearon supuestos chalecos bomba y dos trabajadores de la entidad bancaria fueron tomados como rehenes.

Romo explicó que tras las pruebas realizadas a los chalecos se determinó que no tenían material explosivo.

«Se trataba de un montaje en el que pretendían simular un altísimo riesgo para las personas que fueron amenazadas», dijo la ministra al asegurar que no podía ofrecer más información porque el caso se mantiene en investigación. EFE

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