Uso medicinal del cannabis alienta asociación empresarial en Paraguay

REFERENCIA

La primera Cámara Paraguaya de Cannabis Industrial fue lanzada en Asunción con el objetivo de «revolucionar» la agricultura local y frenar el avance del narcotráfico en el país, principal productor de marihuana de Suramérica, a partir de la normativa que regula su uso medicinal

Uno de sus impulsores, el empresario Juan Carlos Cabezudo, explicó este jueves a Efe que uno de los objetivos de la cámara es «que los pobres puedan producir cannabis, que la industria de este país pueda desarrollar una revolución basada en la materia prima y no en tecnología»

Añadió que la cámara nace del afán de «llamar seriamente la atención respecto del problema que se contrapone» a este proyecto, que identificó como el cultivo y tráfico de marihuana en Paraguay, que en su mayoría tiene a Brasil como destino.

En ese sentido, incidió en que el proyecto puede fortalecer la economía familiar de un campesinado que está afectado por el impacto de esos cultivos ilegales de marihuana en áreas fronterizas con Brasil o cercanas a los límites con este país, además de arraigarlo a su territorio.

La cámara, presentada anoche ante unos 30 empresarios del sector alimenticio y de la medicina, apunta como primer paso «informar al sector empresarial la necesidad de aglutinarse para aprovechar la coyuntura internacional con respecto a la industria del cannabis».

De manera que esperan que el Gobierno les acompañe en su participación en la Expo Cannabis de Argentina, que se realizará del 4 al 6 de octubre en la Feria Internacional de Palermo.

Ello mediante la creación de «una gran mesa de trabajo (para) ir juntos a Buenos Aires a hacer rondas de negocios e información».

Y como peldaño siguiente la celebración en Asunción, el 14 y el 15 de noviembre, de un congreso internacional enfocado en la medicina natural «para debatir respecto a nuestras posibilidades».

A juicio del empresario, presidente de la empresa Cáñamos del Sur, la situación les obliga primero a socializar y concienciar sobre sus objetivos, al considerar que «muchísima gente no sabe que el cannabis tiene cosas buenas ni que el Estado tiene que regalar aceites» de esta hierba.

Esto último es en función a una ley promulgada en diciembre de 2017, que reglamenta la producción e industrialización controlada de cannabis terapéutico, a través de cinco empresas que serán definidas en una próxima licitación.

Un 2 % de la producción global de las compañías productoras debe ser gestionado por el Ministerio de Salud de manera gratuita a los pacientes que tengan indicaciones médicas probadas para el uso de cannabis medicinal.

A su vez, Cabezudo resaltó que la cámara se plantea la explotación comercial también del cáñamo, perteneciente a la misma especie, el Cannabis Sativa, pero con menos cannabinoides psicoactivos.

«Es decir de todas y cada una de las formas de aprovechar el cannabis y nuestra búsqueda va desde el cáñamo, la marihuana medicinal y la recreativa», dijo Cabezudo.

Por su parte Andrés Demp, exportador de chía, sésamo y otros granos comestibles producidos en Paraguay y exportados a Europa, Japón y Australia, realzó al cáñamo como una de las materiales primas más versátiles que se conocen.

Destacó que su semilla contiene 35 % de proteínas, su fibra es la más resistente de la naturaleza, mientras que su producción agrícola no requiere de químicos.

Y se refirió a su uso en el sector de la construcción y de la industria textil, con la elaboración de prendas y calzados, y el del la celulosa en sustitución del papel.

«Las tendencias hoy por hoy buscan reemplazar los plásticos por materiales biodegradables«, dijo Demp durante el lanzamiento de la cámara.

La presentación de la cámara estuvo amenizada con degustación de platos a base de aceite y semilla de cannabis, con una exhibición de preparado de granos de reemplazo a la harina de trigo o almidón.

Hubo además una cata de menús de entremés de panecillos adobados en crema como antesala de hamburguesas con mixtura de esa planta. EFE

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