El Legado

Juan Carlos Díaz-Granados Martínez

Guayaquil, Ecuador

Ya se iba.  Era el 24 de mayo.  Esperaba que alguien le abra la puerta como siempre, pero nadie en su despacho parecía notar su existencia.  Se sintió invisible ante los funcionarios públicos, de quienes tantas adulaciones había recibido y cuyos consejos había escuchado.

Por primera vez que el ministro sintió lo fría que era la chapa de la puerta de su oficina en Quito.  Habían desaparecido la seguridad, el vehículo oficial y el chofer.  Tuvo que elaborar un plan para llegar a su casa. 

Los círculos de poder son implacables.  Si alguien lo perdió, se lo hacen notar. 

Es por eso que los ministros deberían olvidarse de la existencia de los  cortesanos que quieren imponer una agenda propia alrededor de mantener un Estado omnipresente.   

Eliminar el subsidio a la gasolina extra y al diésel es un acierto porque le permite al Estado ahorrar 1,500 millones de dólares que se iban al exterior.  Hoy quedarán en la economía local y evitará el contrabando de combustibles subsidiados que se iban por las fronteras.  Este ahorro representa, casi la mitad del déficit fiscal que se espera para este año.

Esta medida se puede complementar con la liberalización de los precios de los combustibles, para dar paso a la libre importación y competencia de precios, en la que Petroecuador debería participar, suprimiendo su monopolio.

Derogar el anticipo del impuesto a la renta les dará un respiro a las empresas, que podrán tener más liquidez para invertir y contratar nuevos trabajadores. 

También es acertado que se incluya en el proyecto nuevas modalidades de contrato de trabajo para facilitar la contratación de personas que no tengan empleo adecuado.

Son medidas que solucionan el déficit fiscal y promueven la liquidez y la competitividad.  Varios pájaros de un tiro. 

Habrá que seguir trabajando en nuevas mejoras que reduzcan el tamaño del Estado, disminuyan aranceles y eliminen trámites INENficientes. 

La mejora en estos aspectos permitirá que el presidente y su gabinete pasen a la historia.  Olvídense de los consejos de los funcionarios palaciegos que mañana no les abrirán la puerta.  Lograr la prosperidad de todos es lo más importante.  Ese será su legado. 

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