Cuba mantiene presión a prensa independiente, según SIP

Yoani Sánchez. Foto: EFE/Archivo

La «única reforma» que el Gobierno cubano ha puesto en marcha en materia informativa en 2019 ha sido mantener la presión y censura sobre la prensa independiente, denunció este sábado la periodista Lucila Morales, que presentó el informe sobre su país durante la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Morales, del medio «La Hora de Cuba», presentó el informe elaborado por el vicepresidente para Cuba de la SIP, Henry Constantín, que no pudo viajar a Miami, donde se celebra hasta el lunes esta reunión anual.

En su lectura, Morales denunció que se mantiene el entramado jurídico como norma de represión y registran amenazas de enjuiciamiento a un amplio número de periodistas.

En la segunda jornada de la Asamblea General, criticó además el «megaoperativo» realizado contra Yoani Sánchez, del medio 14ymedio; José Jasán Nieves, de El Toque, y Abraham Himénez Enoa, de El Estornudo, a los que se prohibió salir de sus domicilios.

En el informe se asegura que se producen casos de «agresión digital», como intentos de «hackeo» y suplantación de identidad, así como el hostigamiento y prohibición de acceder a lugares donde se producen noticias.

La representante en EE.UU. de «La hora de Cuba» indicó además que se observa un incremento de la presión gubernamental sobre los empleados públicos con acceso a internet, algunos de los cuales han asegurado de que les han encominado a publicar contenido favorable al régimen.

Y es que, lamentó, aunque hay una creciente conexión a internet, esta todavía es de baja calidad y excesivamente cara, lo que impide el acceso a las redes a buena parte de la población de la isla.

En declaraciones a Efe al margen de la presentación de los informes de la situación de la prensa en el continente americano, Morales indicó que en los últimos meses han registrado una «mayor represión» a los medios.

Esta mayor presión sobre la prensa independiente, dijo, busca evitar que los medios se hagan eco del «descontento» reinante en el país por la intensificación de la crisis económica y la falta de combustibles que sufre la isla.

El informe de Cuba se sumará al de los otros países del continente, al que se añadirán aportaciones de los presentes en la reunión antes de ser aprobado en la última jornada de la Asamblea General, el próximo lunes.

A esto habría que sumar la aprobación de una ley en julio pasado que prohíbe que ciudadanos cubanos administren sitios webs alojados en el extranjero, lo que aumenta la represión a los medios independientes.

Por ello, dijo, Facebook se ha convertido en el medio «más extendido y difícil de controlar» por las autoridades, canal que utilizan cada vez más los periodistas independientes para hacer llegar las noticias a la isla, porque los medios siguen sufriendo «obstáculos» cuando se ingresa a los mismos desde el país.

En sus declaraciones a Efe, Morales pidió a organizaciones e instituciones internacionales que les den mayor presencia en sus «canales», pues en ellos radica la escasa «esperanza y recurso» de llevar las noticias a la isla por vías alternativas que burlen las limitaciones que sufren los medios nacionales en la isla.

Tras presentar su informe, Alejandro Aguirre, expresidente de la SIP, le preguntó si con todo lo expuesto creía que la situación estaba mejorando en la isla, donde la libertad de expresión y prensa estaba ausente desde hace décadas.

Sin embargo, Morales indicó que los avances como la apertura a internet se trata solo de un «maquillaje» para hacer ver que hay «cierta apertura», pero que esta no existe, y que los únicos avances se deben al «impulso de los que siguen queriendo hacer periodismo en Cuba», en referencia a la prensa independiente.

La periodista lamentó además que Cuba esté trasladando este modelo a otros países como Venezuela o Nicaragua. «Se exporta como parte de un paquete de soluciones completas para el pueblo», indicó de forma irónica.

Aseguró que esta no es una «decisión ciega» y que estos países imitan las estrategias para limitar la «estructura» de los medios, lo que les lleva a necesitar la «ayuda exterior», porque desde dentro de los países es «inaccesible». EFE (I)

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