Servicio de buses se mantiene escaso en Quito

Manifestantes se enfrentan con la Policía durante una jornada de protesta contra las medidas económicas del Gobierno del presidente Lenín Moreno este jueves en Quito (Ecuador). Ecuador amaneció este jueves con un nuevo precio en los combustibles tras la eliminación del subsidio, lo que provocó una paralización parcial del transporte y la suspensión de clases en escuelas y colegios por orden del Gobierno para precautelar la seguridad de los estudiantes. EFE/ José Jácome

Un escaso servicio de transporte público se registró en la capital ecuatoriana este sábado pese a que anoche dirigentes del sector anunciaron la suspensión de una paralización con la que protestaban por el incremento del precio de los combustibles.

Tras dos días de protestas, los transportistas anunciaron el viernes que suspendían el paro luego de haber entregado al Gobierno sus reclamaciones ante la eliminación del subsidio a los combustibles.

«Dejamos entregado nuestro petitorio y hasta el día de hoy nosotros hemos cumplido con nuestra fase y por lo tanto hoy día, de nuestra parte, se termina la medida de hecho», aseguró el presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público de Pasajeros de Ecuador, Abel Gómez.

No obstante, esta mañana había pocas unidades de transporte público urbano en la capital donde, conforme pasaban las horas, el servicio se iba reduciendo.

Así lo constató Geovanni, un taxista de 45 años, que comentó a Efe que al iniciar su jornada de trabajo a las 05.30 hora local (10.30 GMT) desde el norte de Quito vio varios autobuses prestando el servicio, «pero avanzando el día ya no están».

Taxista desde hace cinco años, Geovanni aseguró que trabaja este sábado «con temor» ante la posibilidad de que se presenten manifestaciones como las de los dos últimos días, varias de ellas violentas.

Moradores de la zona norte de Quito indicaron a Efe que a primeras horas de este sábado se registraron bloqueos en una de las vías por parte de manifestantes indígenas que rechazan el alza de los combustibles.

Dirigentes de la cooperativa de transporte de Geovanni -comentó- les convocaron para reunirse el próximo lunes en su central de operaciones a fin de esperar la posible decisión del Gobierno sobre las nuevas tarifas del transporte.

Aseguró que con la eliminación de los subsidios a los carburantes, ahora requiere entre cinco y ocho dólares más para llenar el tanque de combustible de su taxi, por lo que espera que se concrete una elevación en las tarifas de los pasajes para compensar.

Se mostró molesto por la eliminación de los subsidios a los combustibles y consideró que el Gobierno los debe derogar «para que todos vivamos en paz otra vez».

Ello, pese a que el jefe de Estado ecuatoriano, Lenín Moreno, reiteró el viernes que no dará marcha atrás a su decisión.

«Bajo ninguna circunstancia vamos a cambiar la medida, que se oiga bien, no voy a cambiar la medida. Que quede claro, se eliminó el subsidio, se acabó la zanganería, y de aquí en adelante vamos construyendo el nuevo Ecuador que todos anhelamos, que todos soñamos», dijo tajante el jefe de Estado.

En un recorrido por la zona norte y centro de la ciudad, Efe comprobó la escasa circulación de autobuses de servicio público, aunque el transporte municipal funcionaba con normalidad.

En la zona de ingreso al centro histórico, donde anoche hubo duros enfrentamientos entre manifestantes y policías, las actividades se desarrollaban este sábado con relativa normalidad.

Personal del municipio limpiaba la zona, donde aún se veían rastros de las protestas: vidrios rotos en las paradas del transporte municipal, piedras en la calzada, daños en un parque aledaño y muchas pintadas en contra de la decisión del Gobierno de eliminar los subsidios de los combustibles, en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Precisamente una de las pintadas más grandes y llamativas tenía como protagonista a las siglas del mencionado organismo internacional encerradas en un círculo y cruzadas por una raya.

Los comercios en la zona abrieron sus puertas e incluso vendedores de frutas y legumbres vendían sus productos en las aceras cercanas a un mercado por cuyos alrededores el viernes era imposible pasar.

También la vía de ingreso al centro histórico, que estuvo bloqueada por las manifestaciones el viernes, lucía este sábado despejada por completo y abierta a la circulación de vehículos.

Por varias avenidas de la ciudad, Efe constató gran cantidad de taxis, pero muy escaso servicio de transporte, algo que se repetía en la zona de «La Marín», donde normalmente hay muchos autobuses al ser una zona de conexión de rutas.

En la estación de autobuses para transporte hacia uno de los valles de Quito, por ejemplo, había pocas unidades de transporte, pero también escasa cantidad de usuarios. EFE (I)

sm/dsc

Más relacionadas