Bolivia advierte que «el que convoque a la violencia se hará cargo de la violencia»

Captura de pantalla de video que muestra el edificio del Tribunal Electoral de Sucre, en llamas, por protestas opositoras, la noche del 21 de octubre de 2019.

El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, aseguró este lunes tras los disturbios registrados durante el recuento de votos de las elecciones presidenciales celebradas este domingo que «habrá una responsabilidad política» para aquellos que «quieran llevar al país a un estado de confrontación».

«Nos llama la atención el hecho de que algunos líderes estén convocando a la violencia, especialmente el candidato Carlos Mesa«, apuntó Romero, en referencia a la llamada a la «movilización» que realizó el candidato de Comunidad Ciudadana este lunes tras acusar al Gobierno de Evo Morales de fraude electoral.

«Hemos advertido convocatorias públicas y verbales de candidatos que ahora muestran nerviosismo y exasperación», añadió.

Romero aseguró que «el que convoca a la violencia, se hará cargo de la violencia» en una rueda de prensa en Santa Cruz, en el este del país, tras desatarse varios altercados en ciudades importantes como La Paz, Cochabamba, Oruro o Sucre, la capital de Bolivia.

El motivo de los disturbios fue el giro drástico de los resultados preliminares de las elecciones presidenciales, que este lunes con el 98 % escrutado ponían al borde de la victoria a Evo Morales en primera vuelta, cuando el domingo el recuento del órgano electoral apuntaba a una segunda vuelta.

En Sucre, la capital del país, varios ciudadanos incendiaron el Tribunal Departamental Electoral, mientras que en La Paz se produjeron enfrentamientos entre partidarios del MAS de Evo Morales y seguidores de Comunidad Ciudadana de Carlos Mesa.

Romero llamó a «la calma y la responsabilidad» y defendió el trabajo del órgano electoral calificándolo como «un ente autónomo».

El ministro defendió la «independencia funcional» del órgano electoral y recordó que ese organismo tiene competencias para «pedir resguardo de la Policía» a la hora de «cuidar los votos a través de los que se han expresado los bolivianos».

El recuento se centraliza en La Paz, donde el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia instaló en un céntrico hotel la base para contabilizar los votos, en medio de protestas en el exterior.

«Nadie tiene derecho a finalizar ese proceso. Si alguien se excede y no mide las consecuencias es su responsabilidad», afirmó el ministro.

En el Tribunal Departamental Electoral (TDE) de La Paz, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba se suspendió el recuento de votos por manifestaciones de ciudadanos que se registraron en el exterior de los centros de cómputo. EFE

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