Naruhito asciende al Trono del Crisantemo

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe (R, centro) grita por el emperador Naruhito (L, centro) y la emperatriz Masako (C) durante la ceremonia de entronización donde el emperador proclama oficialmente su ascensión al Trono del Crisantemo, en el Palacio Imperial de Tokio, Japón, 22 Octubre de 2019. (Japón, Tokio) EFE / EPA / KAZUHIRO NOGI / POOL

El emperador Naruhito de Japón cumplió hoy con la proclamación oficial de su ascenso al Trono del Crisantemo y, en unas breves palabras, se comprometió a respetar la Constitución y cumplir con todas las responsabilidades de sus funciones.

Naruhito pronunció el mensaje en una ceremonia realizada en una pequeña sala del palacio imperial de Tokio, un acto que siguieron desde otro salón decenas de jefes de Estado y de Gobierno que llegaron a Japón para esta ocasión-

El titular del Trono del Crisantemo fue proclamado emperador el pasado 1 de mayo en unos actos restringidos a un reducido número de personas, y las celebraciones públicas se estaban realizando hoy.

La proclamación oficial se prolongó durante media hora, y Naruhito la hizo desde un trono alzado y oculto inicialmente por una cortina, junto a otro más pequeño en el que estaba la emperatriz Masako.

Todo ello en la Sala del Pino ((Matsu no Ma), donde sólo estaban los parientes más cercanos de la familia imperial, y los invitados especiales estaban en otra sala (Shunju no Ma), situada al otro lado del patio central.

Naruhito leyó su mensaje desde un documento plegado como un acordeón que le entregó un chambelán que se acercó al trono con lentos movimientos.

En su mensaje, Naruhito recordó a su padre, Akihito, que abdicó el pasado 30 de abril, y las tres décadas que estuvo como titular del Trono del Crisantermo.

«Ahora, en esta ceremonia, hago la proclamación de entronización ante quienes están dentro y fuera de Japón», dijo Naruhito.

El emperador se comprometió a cumplir con sus funciones de ser «símbolo de la nación» y «unidad del pueblo japonés», papel que le otorga la Constitución aprobada tras la II Guerra Mundial.

También hizo votos en favor de la «felicidad del pueblo japonés y la paz del mundo», y se comprometió a actuar «con responsabilidad y sabiduría» en favor del bienestar del pueblo japonés y «la prosperidad de la humanidad». EFE

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