Ecuador reitera su respaldo a Almagro ante candidatura de Espinosa a la OEA

Luis Almagro y María Fernanda Espinosa. Composición fotográfica.

El Ministerio de Exteriores de Ecuador reiteró este miércoles su respaldo al uruguayo Luis Almagro para que siga al frente de la Secretaría General de la OEA, tras conocerse que la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa aspirará a ese mismo cargo el próximo 20 de marzo.

«Ecuador ya anunció que apoyará la candidatura de Luis Almagro a la reelección«, informó la Cancillería en respuesta a una información difundida por Efe acerca de la candidatura de quien fuera su excanciller, durante poco más de un año, entre 2017 y 2018.

La Cancillería también indica, en una breve comunicación, que «la candidatura de la señora María Fernanda Espinosa se gestiona de manera individual».

Espinosa, que luego de ser canciller fue presidenta de la Asamblea General de la ONU, lleva algunos meses planteándose esta candidatura, que fue dada a conocer a Efe en Washington por el embajador de Antigua y Barbuda en el organismo, Sir Ronald Sanders.

«Después de los 71 años de vida de la OEA, existe el sentimiento de que sería bueno que una mujer con la experiencia y la creatividad de Espinosa ocupara la Secretaría General«, afirmó Sanders.

El diplomático, además, consideró que Espinosa tiene «capacidad para ser una sanadora» y para «buscar consensos», unas cualidades que contrastó con la figura «divisoria» de Almagro, que anunció en diciembre de 2018 su intención de optar a la reelección y que ha sido respaldado públicamente por EE.UU. y Colombia.

El futuro secretario general será elegido el 20 de marzo de 2020 en una Asamblea General, el foro político más importante de la organización y en el que participan los cancilleres de los 34 países que son miembros activos de la OEA (Cuba pertenece al organismo pero no participa desde 1962).

Para ser reelegido, cualquier candidato necesitaría 18 votos, es decir, una mayoría simple, y los aspirantes tienen hasta el 15 de diciembre de ese año para presentar su candidatura.

Dentro del posible elenco de candidatos, Espinosa representaría la opción más izquierdista y podría contar con varios apoyos entre los 14 países que conforman la Comunidad del Caribe (Caricom).

Espinosa, según Sanders, ha mantenido reuniones con representantes de varios miembros de la OEA y ya ha cosechado «un apoyo muy fuerte» en el organismo con el respaldo de naciones procedentes no solo del Caribe, sino también de Centroamérica y Latinoamérica.

No obstante, Sanders rechazó desvelar la lista de los países que respaldan a Espinosa y tampoco ofreció un número exacto de apoyos al considerar que sería «prematuro» dar esos datos.

Normalmente, son los Estados de la OEA los que presentan a sus candidatos, es decir, en este caso, la tradición dictaría que Ecuador debería presentar la candidatura de Espinosa.

Pero con Espinosa ocurre lo mismo que con Almagro, ya que Uruguay ha adelantado que no respaldaría su postulación.

Mientras estuvo en el Gobierno de Moreno, entre mayo de 2017 y junio de 2018, Espinosa representó en Ecuador al ala más izquierdista del Ejecutivo, pero en sus últimos meses como canciller surgieron numerosas peticiones para que fuera apartada del cargo.

Esas peticiones fueron alentadas desde círculos conservadores que la veían demasiado identificada con el régimen anterior de Rafael Correa (2007-2017), con quien Moreno ya se había enemistado, y se intensificaron cuando se dio a conocer su gestión para poner fin al asilo de Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres.

En diciembre de 2017, Espinosa nacionalizó ecuatoriano a Assange -según denuncias en la Asamblea Nacional, de forma irregular- y le ofreció un cargo diplomático para poder sacarlo de Gran Bretaña, iniciativa que se topó con la negativa de Londres a dejarlo salir sin detenerle.

El escándalo acabó salpicando a la excanciller, a la que se buscó una salida honrosa del Gobierno.

De esa forma, en el verano de 2018 Espinosa fue elegida como presidenta de la Asamblea General de Naciones Unidas, convirtiéndose en la primera latinoamericana en ocupar el cargo.

Durante su año de mandato en Naciones Unidas, la excanciller ecuatoriana logró reforzar su perfil internacional, alejándose en cierta medida del carácter casi protocolario que tradicionalmente ha tenido el puesto e impulsando varias iniciativas personales en ámbitos como la igualdad de género y el medioambiente. EFE

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