José Rodrigo Chalouisa, uno de los once muertos de octubre, no existe

Indígenas participan en una concentración este jueves en la Casa Cultural de Quito (Ecuador). La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) pidió el jueves 10 de octubre al Ejército que retire su apoyo al presidente Lenín Moreno, en medio de una agudización de la crisis ante las masivas protestas en el país por las medidas económicas del Gobierno. EFE/ José Jácome

La Defensoría del Pueblo dice que José Rodrigo Chalouisa fue atropellado por una tanqueta blindada de las Fuerzas Armadas que giró violentamente en la avenida 6 de diciembre, en Quito, el miércoles 9 de octubre de 2019, durante las protestas contra la decisión del Presidente Lenín Moreno de eliminar el subsidio a los combustibles. La Defensoría cita como fuente a la dirigencia indígena.

Era el quinto muerto de las protestas.

Según el Registro Civil no existe ninguna persona con ese nombre, según ha verificado el equipo de investigación de la Facultad de Comunicación de la UDLA. El nombre más parecido que encontramos es José Rodrigo Chaluisa Chaluisa, de 36 años, natural de Zumbahua, Pujilí, provincia del Cotopaxi, quien está vivo, según el Registro Civil.

Aunque no ha nacido nadie con ese nombre, una fuente de la CONAIE nos entregó el número de un supuesto familiar en Latacunga. Contactado, accedió a reunirse con nosotros en el parque del Arbolito. Cuando hablamos por teléfono, dijo llamarse Marcos Guante y que era un hermano de la víctima. Cuando nos encontramos, el mediodía del 14 de noviembre de 2019, dijo ante cámaras que se llamaba Marco Vinicio Bolaños Matango y que era un primo de la esposa de Chaluisa.

“Éramos más que primos, más que amigos, éramos todo. Era un agricultor, muy solidario con todos en la comunidad. Carismático, colaborador, muy conocido en nuestra comuna. Tenía tres niños: uno de un mes, otro de tres años, y otro de cuatro años y medio”, ha relatado.

“Ñaño, vamos al paro, a apoyar a nuestros indígenas”, dice Bolaños que le dijo Chaluisa. “Pero yo no estaba aquí, sino en España. Yo vivo mucho en España. No vayamos, presiento que algo puede pasar, no va a ser una manifestación pacífica y pasó lo que pasó”, nos relata.

Aunque inicialmente dijo que estaba en España, luego en el relato dice que la noche del 9 de octubre, estando en la Casa de la Cultura, en Quito, llega su prima a contarle desesperada que José Rodrigo no aparecía. Y que una periodista española, cuyo nombre no menciona, llega con una lista de posibles heridos y fallecidos entre los que se encontraba José Rodrigo Chalouisa.

Bolaños relata que entonces se enteraron que Chalouisa estaba en terapia intensiva en el Hospital Eugenio Espejo, víctima de un perdigón que había entrado por su ojo izquierdo y que le provocó muerte cerebral. Cita un protocolo de autopsia que dice tener, según el cual la muerte se produce por un trauma cráneo encefálico.

Bolaños dice que Chaluisa era el principal sustento de la familia, y que su mujer se reunió con una misión de la Comisión de Derechos Humanos, la CIDH, para contarle lo ocurrido y entregarles toda la documentación que poseía, y que nos haría llegar también a nosotros.

El 16 de noviembre, Bolaños nos dice, vía mensaje de Whatsapp, que ha sido asaltado, golpeado y que le han robado solo los documentos que había prometido entregarnos. Nunca más contestó el teléfono.

No se conoce el nombre de la mujer. Según el Registro Civil, José Rodrigo Chalouisa no existe. Y José Rodrigo Chaluisa no ha muerto. A principios de diciembre, la CONAIE retiró su nombre de la lista de víctimas. En la lista de la Defensoría, su nombre sigue como una de las once muertes ocurridas durante la protesta de octubre.

Investigación: Andrés Salazar, Andrés Ávila, Orlando Silva, Carolina Díaz, y Jorge Toaquiza, del equipo de investigación de la Facultad de Comunicación de la UDLA.

Más información: Los 11.

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