Cuento

Oscar Terán Terán

Quito, Ecuador

Puede pensarse como ejemplo extremo, impensable, absurdo: eliminación discriminada y paulatina del sexo masculino. Para que en el mundo haya solamente género femenino.

Primera Etapa, de lo Impensable a lo Radical, con el solo hecho de mencionar el tema, ha dejado de ser Impensable y empieza a ser Pensable. Desde luego que es un Pensable difícilmente Pensable, pero, como se trata de un tema tabú, es decir una conducta moralmente inaceptable por una sociedad, grupo humano o religión, no es tema para enseñar a los niños, ni para hablar en la oficina o la sobremesa.

Sin embargo, en la ciencia no hay tema tabú, de modo que es por ahí donde se debe empezar. Por ahí se hace una obra de teatro histórica de una tribu donde solo había mujeres. Una película de ciencia ficción de la sociedad intergaláctica femenina. Alguien hace algún comentario que viene al caso, aunque sea ridiculizando al asunto. El tema empieza a instalarse, como hay libertad de pensamiento y de expresión, no se lo debe prohibir. Se forma un grupo que defienda la tesis y haga demostraciones contra la cultura machista heterosexual.

Segunda Etapa, de lo Radical a lo Aceptable. Las demostraciones del grupo son cada vez más frecuentes y han empezado a formarse alianzas, expresas o tácitas, por la causa. Con las alianzas empieza un financiamiento que al comienzo será pequeño. Se encentran voces de aceptación que son multiplicadas como caja de resonancia. Se argumenta la injusticia a la que el hombre ha sometido a las mujeres. Aparece algún estudio científico en el que explica -muy diáfanamente- que, aunque desapareciera el último hombre sobre la Tierra, la reproducción podría quedar garantizada mediante la congelación de esperma, la reproducción de embriones en laboratorio, la gestación fuera del vientre materno. Todo lo cual haría que la maternidad deje de ser dolorosa y que no habría los actuales daños colaterales posparto.

El sexo que se escoja sería el femenino. Se podría llegar a una sociedad menos violenta, más segura, donde el control de la natalidad sería muy preciso. Se asegura el cuidado de la naturaleza. A los hombres se les garantizaría una digna subsistencia hasta su muerte natural. Se les podría asignar el cuidado de la casa y de los niños mientras se cumple el proceso. Lo único que se controlaría son los nacimientos. Se conformarían grupos de hombres que apoyen la causa. Empezaría a aceptarse el tema en ciertos ámbitos.

Tercera Etapa, de lo Aceptable a lo Sensato. Las manifestaciones en pro de la causa serían cada vez más frecuentes, demostrativas y violentas. Ya habría varias ONGs. Ese “colectivo” que ha crecido mucho en número, en influencia, en poder económico, no solamente que apoya la tesis por ser de justicia, sino porque conviene a intereses económicos y políticos. Disminuirían los heterosexuales, pero es merecido, por la mofa que hacían de quienes no eran como ellos.

Se organizarían fiestas de bienvenida para los hombres que dejen atrás su antigua condición. Para las empresas de productos femeninos soplarían nuevos vientos y se abrirían nuevas oportunidades de negocio. Los medios de comunicación aceptarían esta nueva forma de relaciones interhumanas y algunos estarían –los más progresistas- apoyando al proyecto. Igual editorialistas, las noticias dejarían de ser de crónica roja para enfocarse en el futuro prometedor.

Lo insensato era el mundo de antes, dividido entre hombres y mujeres, con diferencias insalvables, en el que las mujeres corrían con la peor suerte. El asunto ya está gozando de aceptación.

Cuarta Etapa, de lo Sensato a lo Popular, empezaría a sentirse el contento que produce el nuevo tiempo. Tan negativo que antes se veía el futuro y ahora todo es esplendor. Las personas ya están satisfechas, se vive un ambiente de camaradería. El entusiasmo por doquier. Una diosa o varias, una nueva religión, muchas sacerdotisas, una cosmovisión distinta. Finalmente, el género femenino recuperando su destino y liberándose del dogal de la naturaleza.

El tema se ha vuelto Popular.

Quinta Etapa, de lo Popular a lo Político, ante la popularidad del tema los políticos saben que tienen el sagrado deber de impulsar la ley, es decir el marco jurídico que haga falta para tan trascendental proyecto. Ni por asomo oponerse, si los mandantes quieren eso. No van a ser los políticos los que se opongan a paso tan gigantesco en la historia de la humanidad. La ley será inclusiva y contemplará que si algún niño, hombre o mujer, querría una familia con papá y mamá, se le dotará de sicólogo que le acompañará hasta que salga de ese deseo contra la razón. Las familias, se compondrán al menos de dos personas de género femenino y de una mascota. Con la ley aprobada serán necesarios unos puestos burocráticos, con unas oficinas, con escritorios, autos, celulares y guardaespaldas para los jefes.

Nuevos programas de estudio, libros, programas de prensa, radio, televisión, redes sociales, para difundir la buena nueva, para que nadie quede fuera del proceso que se ha construido. Seminarios, talleres, mesas redondas, conferencias y debates, será necesario “socializar” la ley, porque democracia hay. La ONU y demás organismos internacionales han sido bastiones insustituibles de la gesta.

Algunos se opondrán, hay que estigmatizarlos. El ostracismo puede ser alternativa. Si eso no funciona, como opcional, se les puede plantear la eutanasia con bono incluido para que dejen legado. La ventana ha servido –otra vez- para cambiar no solamente el clima de opinión, sino la mentalidad de la gente. Un paso hacia el Nuevo Orden Mundial.

Fin.

-Capítulo 6to.  de “Cambiar El Clima De Opinión Para Salir De La Jaula Totalitaria”, Libertario, (Ecuador, enero 2020) de Oscar Terán Terán. Abogado y doctor en Jurisprudencia (PUCE).

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