Sentencian a 34 años a Christian G. por la violación con muerte de Carolina A.

Un tribuna penal de Pichincha ha condenado a 34 años y 8 meses cárcel, y al pago de 50.000 dólares como reparación integral, a Christian G., alias «Careniña», por el delito de violación con resultado de muerte de la adolescente Carolina A.

La víctima, una adolescente que tenía 15 años al momento de su muerte, fue asesinada por asfixia tras ser violada en un acto en el que participó más de una persona, ocurrido en un departamento del Quito Tenis, al norte de Quito, propiedad de un estadounidense conocido como «El Abuelo«, en agosto de 2018.

Los participantes «se percataron de que Carolina ya no reaccionaba, la limpiaron, cambiaron de ropa» y la abandonaron e un terreno baldío, aseguró la Fiscalía.

El cadáver de la colegial fue hallado el 26 de agosto del 2018 en un terreno del norte de Quito. Un video registró que cuatro personas arrojaron el cuerpo en ese lugar. La autopsia de la menor registraba lesiones en las partes íntimas, así como en el tórax y el rostro. Según la Fiscalía, Carolina había sido víctima de una red de trata que buscaba la red social Facebook a menores de de edad, para reclutarlas y convertirlas en adictos de drogas y llevarlos a casa de un hombre adulto mayor con fines sexuales.

Por este mismo hecho ya habían sido sentenciadas tres personas. En julio de 2019, una jueza de adolescentes condenó a la pena máxima de ocho años de internamiento institucional al adolescente A. D. M. A., también por el delito de violación con muerte.

Otros dos menores, M. Y. T. C. y D. J. C. E. fueron sentenciados por el delito de fraude procesal, con un año de libertad condicional asistida.

Por el caso Carolina A., la Fiscalía ha iniciado otro proceso, por trata de personas con fines de explotación sexual, en contra de dos ciudadanos, uno de ellos un estadounidense conocido como «El Abuelo».

El estadounidense habría captado a adolescentes entre 13 y 16 años (algunos del sector del Comité del Pueblo, barrio popular de Quito), para participar en las «caídas», organizadas en su domicilio, anota la Fiscalía.

En las fiestas, según las versiones recolectadas en las investigaciones de la Fiscalía, se distribuía alcohol y una vez embriagados, «los habría incitado a tener sexo grupal para filmar y fotografiar».

Según la Fiscalía, «uno de los captadores de adolescentes que trabajaba para el estadounidense sería Christian G.».

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