
El intento de Ucrania de poner en cuarentena a más de 70 ciudadanos latinoamericanos y españoles (entre ellos cinco ecuatorianos) evacuados de China por el brote de coronavirus ha sumergido en el caos este jueves a la población de Novi Sanzhary cuando residentes locales que se oponían a la medida arrojaron rocas a los evacuados y protagonizaron choques violentos con la policía.
Las autoridades condenaron la violencia, y la ministra de salud del país Zoryana Skaletska prometió que participaría ella misma en la cuarentena de dos semanas de los desalojados a fin de tranquilizar a los manifestantes que temen infectarse.
Tras horas de choques entre los manifestantes y la policía, los autobuses con los desalojados finalmente pudieron llegar al lugar designado para la cuarentena. Las rocas estrellaron una ventana de uno de los autobuses, pero no hubo heridos entre los evacuados.
Desde la mañana, varios cientos de vecinos de la aldea Novi Sanzhary, en la región céntrica de Poltava, habían bloqueado la calle hacia el sanatorio en donde se albergaría a las personas evacuadas por temor a que se infectaran. Los manifestantes bloquearon carreteras, incendiaron neumáticos y se enfrentaron con la policía antimotines que fue movilizada para despejar el camino.
Nueve policías y un civil fueron hospitalizados, informó en un comunicado la policía regional. Más de 10 manifestantes fueron detenidos.
El presidente Volodymyr Zelenskiy sostuvo que los manifestantes “no expresan lo mejor de nuestra personalidad” y trató de asegurar a la gente que la cuarentena no significa peligro alguno para los vecinos de la aldea de Novi Sanzhary.
En #Ucrania ??, los vecinos del distrito de Novi Sanzhary se enfrentan a la policía porque el Gobierno decidió reubicar en el hospital local a 72 evacuados desde China. Temen a una propagación del #coronavirus. Ocho de los pacientes son de #Argentina ?? pic.twitter.com/3Zy5zbpOMM
— Aurelio Martínez (@AurelioMartine) February 20, 2020
En las primeras horas del jueves, un avión con 45 ucranianos y 27 personas de diversos países —incluidos Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, República Dominicana e Israel— partió de Wuhan, el epicentro de un brote que ha infectado a más de 75.000 personas en el mundo y causado más de 2.100 muertes.