Procesión del Cristo del Consuelo, desde helicóptero en Guayaquil

Procesión del Cristo del Consuelo, el 10 de abril de 2020. Captura de pantalla.

Las 27 cuadras por las que debía haber pasado hoy la procesión del Cristo del Consuelo, que desde hace 60 años aglomera en Guayaquil a medio millón personas, permanecieron inermes este Viernes Santo y con la mirada de los fieles hacia el cielo, desde sus balcones, pendientes de una bendición.

Este año, debido a la cancelación de eventos masivos por la emergencia sanitaria que vive el país, los fieles tuvieron que cambiar la calle por los balcones y ventanas de sus casas, desde donde vieron sobrevolar el helicóptero en el que iba una réplica de la imagen más representativa del Viernes Santo en Ecuador.

Desde arriba, la ciudad recibió, por segundo día consecutivo, una bendición de la que estuvo a cargo el padre José Hinostroza, vicario del sector suroeste, quien iba rezando y relatando mediante una transmisión en directo un poco de la historia de la procesión más multitudinaria y tradicional del país.

Pasadas las 9:30 de la mañana locales (14.30 GMT), el helicóptero pasó por encima del monumento a la Fe de Cristo del Consuelo, en el sector del Cisne 2, en el Suburbio de la ciudad, lugar que desde hace dos años es la sede que reúne a más de 500.000 peregrinos al final de la procesión.

«Observamos a familias que con mucha devoción saludan al Cristo del Consuelo. Nos unimos a ellas en este gesto de amor que recibimos hoy Viernes Santo», dijo el padre al pasar por encima de las casas aledañas al Santuario que lleva el mismo nombre del monumento.

Una de esas familias era la de Suanny Quijije, que vive desde hace quince años en el Cisne 2 y desde hace seis participa en la procesión que paralizaba Guayaquil durante varias horas.

«Mi hermano tenía un tumor que fue descubierto muy tarde y los doctores dijeron que no sobreviviría. Semanas antes de su operación vine a mi primera procesión y pedí mucho por él. Desde que lo salvó, con mi familia no hemos vuelto a faltar. Hoy más que nunca hay que agradecer por la salud», relató desde su ventana.

A lo largo de su cuadra, otra decenas de familias asomaron la cabeza apenas escucharon el helicóptero pasar por encima del sector.

«Lo hemos vivido de una manera distinta, por este encierro, pero el sentimiento y la devoción es igual», aseguró Mauricio Franco, uno de los vecinos de Quijije.

A Franco le invadió un sentimiento de tristeza al ver vacío su barrio que siempre ha estado lleno de personas y vendedores de agua y comida durante este día.

Ellos, al igual que otras 480.000 personas, siguieron por internet el sobrevuelo y recorrido de la imagen por toda la ciudad, la más castigada de Ecuador por la propagación del coronavirus.

Según las últimas estadísticas, Guayaquil, una ciudad de menos de tres millones de habitantes, acumula 3.983 de los 7.161 casos confirmados a escala nacional, un 55 por ciento, un repunte considerable en las últimas horas debido a que el Gobierno ecuatoriano ha intensificado las pruebas realizadas.

Allí, también se produjo una crisis humanitaria en la que más de 1.300 cadáveres quedaron sin enterrar por la paralización de servicios funerarios, y que solo desde el lunes están siendo enterrados.

Y como en otras capitales del mundo, el Viernes Santo también se ha celebrado en privado en Quito, al segunda ciudad con mas contagios en Ecuador, con 538.

La procesión de Jesús del Gran Poder se tuvo que realizar hoy en el interior del convento de San Francisco, en el Centro Histórico de la capital.

Durante tres horas, la comunidad franciscana llevó a cabo el Vía Crucis y sólo algunos de los tradicionales cucuruchos y penitentes acompañaron la imagen por los pasillos del edificio hasta el interior de la iglesia.

Los feligreses, que también siguieron la procesión por redes sociales, no dejaron de pedir por la salud y el bienestar de sus familias.

«Gracias por la salud y por la vida que me has prestado hasta el día de hoy… Solo te pido de todo corazón que cuides de mi hogar y de mi familia que, a pesar del mal momento que estamos pasando, guardamos mucha fe y esperanza en el corazón», escribió Mónica Ulloa durante la transmisión.

«Danos fuerzas para salir adelante en estos momentos de conmoción y angustia», pidió por su parte Mauro Rodríguez en este primer Vía Crucis interactivo que ha vivido Quito. EFE


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