El servicio penitenciario ecuatoriano entregó 80 ataúdes a la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en Guayas para ayudar a hacer frente a la crisis de féretros en esa provincia, se informó hoy lunes.
Entregados dentro de la campaña «Estamos juntos Ecuador«, los ataúdes fueron construidos por personas privadas de libertad en talleres de centro de detención, con el fin de que sean entregados a personas de bajos recursos en la que es la zona más castigada de Ecuador por el COVID-19.
«Quizás este es el momento de reivindicarnos con la sociedad y demostrar que también podemos aportar con nuestra mano de obra. Tenemos familia y ahora debemos estar unidos para superar esta pandemia«, dijo Luis S., interno de la prisión de Ambato, en un comunicado difundido por el Servicio Nacional de Atención Integral a las Personas Adultas Privadas de Libertad y Adolescentes Infractores.
Alrededor de 400 personas privadas de libertad trabajan en los talleres de carpintería de una docena de centro penitenciarios por todo el país, que han querido demostrar con este gesto su solidaridad con lo que ocurre en el exterior.
En la misma nota, Orlando Jácome, subdirector de Rehabilitación Social, agradeció a los organismos públicos y empresas privadas que aportaron la madera para este proyecto y lo consideró un voto de «confianza en el trabajo que realiza la población penitenciaria«.
Y exhortó a la donación de más materia prima para poder seguir ayudando a otras familias.
Parte de esa madera fue aportada por el Ministerio del Ambiente de las incautaciones que ha realizado por todo el país antes de la pandemia, que se ha cobrado las vidas en Ecuador de miles de personas, sobre todo en Guayas.
Las cifras oficiales hablan de 507 fallecidos por COVID-19 y otros 826 decesos probables por el virus, aunque entre marzo y abril murieron otras cerca de 8.000 personas en Guayas, por encima de lo habitual, sin que se sepan las razones del fallecimiento.
Todo ello creó una crisis humanitaria sin precedentes y la escasez de ataúdes, a la que se ha frente en parte con miles de ataúdes de cartón y otras iniciativas como la de los presos. EFE