Actos de gobierno ¿peculado?

Eduardo Carmigniani

Guayaquil, Ecuador

Con decreto 1074 (15 de junio) se declaró un nuevo estado de excepción por calamidad pública. Se lo justificó en “la presencia de la COVID-19 en el Ecuador” y también en “la emergencia económica sobreviniente a la emergencia sanitaria”, al punto que una de sus finalidades declaradas es “establecer mecanismos emergentes que permitan enfrentar la recesión económica así como la crisis fiscal” (art. 1).

Lo de la emergencia económica de junio es hecho nuevo, que  no existía en marzo. No se trata entonces de una segunda renovación del estado de excepción original, que estaría prohibida por el art. 166 de la Constitución (que limita a máximo 90 días su vigencia, por los mismos hechos).

Supongamos que estoy errado, y que la Corte Constitucional, al ejercer su facultad de revisar de oficio la procedencia del nuevo estado de excepción lo deja sin efecto, considerando un subterfugio aquello de los hechos nuevos. Habrá entonces una sentencia que reconozca que desde el 15 de junio fue inconstitucional la restricción de derechos que el decreto 1074 nos hizo a los ciudadanos, quienes posiblemente podremos reclamar los perjuicios que realmente hubiésemos sufrido como consecuencia directa de esas restricciones (Constitución, art. 11).

¿Pero habrá cometido peculado el presidente Moreno por haber restringido derechos, como el de la libertad de emprendimiento de ciertos comercios a los que se les impone limitaciones de horarios, como a los restaurantes? Repugnaría una respuesta positiva.

Pues igualmente repugna que al expresidente Mahuad esté a punto de confírmarsele una condena penal por peculado, por el congelamiento de depósitos bancarios (privados) que decretó en 1999. Sinfín de condenas técnicas o políticas pudiera hacérsele por esa decisión. Pero solo el afán de linchamiento, el populismo penal y la cobardía de jueces de palo pueden llegar a la memez de afirmar que con el decreto de congelamiento se cometió peculado (abuso de fondos públicos). 

“Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”. Aldous Huxley

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