Guayaquil, Ecuador
Esta papeleta de 18 pre candidatos a la presidencia ha dado para un millar de comentarios y titulares. La ridiculez de muchos de los inscritos no supera la sinvergüencería del expresidente Rafael Correa quien es prófugo de la justicia y ya ocupó el poder por los plazos permitidos. Correa violó la ley y utilizó recursos públicos en una estructura para delinquir, ahora quiere escudarse en su propio mamotreto, el código de la democracia, para obtener protección mientras su caso se vuelve cosa juzgada. Las candidaturas serán ratificadas por el CNE en la aprobación del listado oficial el 7 de enero de 2021 según lo anunciado.
En el interín del proceso veremos cómo las dieciocho precandidaturas verán cambios de acuerdo a su representatividad real y capacidad de articular intereses en función de su plan de mandato, la gran mayoría carece de ambas y esa es la tragedia. Lo colorido de la papaleta, sin embargo, nos puede dar un espacio para analizar quiénes se aprovechan de las herramientas que en su momento creó el Correato para manipular la participación en democracia. Las precandidaturas funcionan, en la tergiversación de la participación, como “tokens” para negociar acuerdos. Admitamos, con orgullo y con vergüenza dependiendo del caso, que esa papeleta es el espejo social de la ciudadanía y que no podemos echarle la culpa a nadie de la debacle moral colectiva.
El análisis de las precandidaturas es incompleto si no se toma en cuenta el cuerpo integral de candidaturas, es decir, las listas a la Asamblea. Es necesario que la evaluación sea sobre la propuesta completa, lamento que esto sea muy retórico y que en la práctica la evaluación no se haga, justamente por esa razón se da una papeleta tan estridentemente colorida, porque el ciudadano quizá cansado del abuso, silenciado por el miedo durante 10 años de la dictadura de Correa, o por pura irresponsabilidad ha olvidado que el poder lo tiene cada uno en sus manos. La autoridad no se crea, la autoridad se transfiere; es por esto que el Código de la Democracia es tan perversamente concebido para que todos participen y nadie participe, un verdadero escollo nacional.
Los millones ofrecidos para publicidad son un atractivo en este circo y tan solo una candidatura ha renunciado a los fondos, en un gesto que se aprecia por seriedad y responsabilidad en un país donde el gobierno está atrasado en los sueldos a maestros y personal médico. Veamos la papeleta, veámonos al espejo, Ecuador tiene mucho que aprender.