La popularidad del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro se ha disparado hasta el 40 %, el mayor nivel desde el inicio de su mandato, a pesar de su polémica gestión de la pandemia y su política ambiental, según un sondeo divulgado este jueves por la Confederación Nacional de la Industria (CNI).
La encuesta, elaborada por el instituto Ibope, muestra un aumento de once puntos en el porcentaje de brasileños que califican la gestión del líder ultraderechista de «óptima» o «buena», frente al 29 % que así opinaba en diciembre del año pasado.
«La popularidad del presidente Jair Bolsonaro revierte la tendencia de caída que persistió durante el año pasado y mejora entre diciembre de 2019 y septiembre de 2020», señaló el CNI en un informe.
El resultado refleja una tendencia al alza en la popularidad de Bolsonaro que ya anticipó otro sondeo, de la firma Datafolha, divulgado a mediados de agosto y que fijó la tasa de aprobación del gobernante en el 37 %.
Según el Ibope, el índice de rechazo al jefe de Estado presentó una caída de nueve puntos, desde el 38 % registrado en diciembre hasta el 29 % actual, mismo porcentaje que evalúa hoy su gestión como «regular».
Por otro lado, un 50 % de los brasileños aprobó su manera de gobernar, frente al 41 % de la encuesta de diciembre pasado.
Asimismo, el porcentaje de los brasileños que confía en Bolsonaro creció del 41 % hasta el 46 % en el mismo período, un dato aún inferior a cuando comenzó su mandato, el 1 de enero de 2019 (51 %).
Según el CNI, la tasa de aprobación del Gobierno de Bolsonaro mejoró «principalmente entre los entrevistados con hasta un salario mínimo», que en Brasil es de aproximadamente 200 dólares, y entre aquellos «con menor grado de estudios».
Las áreas mejor evaluadas del Ejecutivo son Seguridad Pública (51 %), combate al hambre y a la pobreza (48 %), Educación (44 %) y Salud (43 %), de acuerdo con la encuesta.
Según los especialistas, la subida en los índices de popularidad de Bolsonaro se debe a la distribución de subsidios durante la pandemia para los trabajadores informales, desempleados y familias vulnerables, una política que el Gobierno ha prorrogado hasta diciembre de este año.
La encuesta del Ibope es fruto de entrevistas a 2.000 personas realizadas entre el 17 y el 20 de septiembre en 127 municipios del país y tiene un margen de error de dos puntos.
El mandatario, uno de los líderes mundiales más negacionistas sobre el peligro del virus que él mismo padeció en julio pasado, ha minusvalorado la gravedad la pandemia desde el inicio y desafiado constantemente las medidas de distanciamiento social.
El gobernante participó, en plena crisis sanitaria, en protestas convocadas por sus seguidores que pedían el «cierre» del Parlamento y la Corte Suprema mediante «una intervención militar».
Asimismo, llegó a calificar al coronavirus de «gripecita», censuró el uso de mascarillas y considera las cuarentenas un «crimen» porque suponen la ruina económica para el país.
También está siendo motivo de críticas su «agresiva» política medioambiental por parte de la sociedad civil y de algunos gobiernos europeos que han dado la voz de alarma ante los preocupantes datos de deforestación e incendios en la Amazonía y el Pantanal. EFE