La Delegación de la Unión Europea (UE) en Ecuador desmintió este martes que tenga previsto despachar al país una «misión exploratoria» para velar porque el proceso previo a las elecciones de 2021 se apegue a la ley, como anunció en la víspera el aspirante presidencial del correísmo, Andrés Arauz.
En declaraciones a Efe la jefa de la Sección Política de los Vientisiete en Ecuador, Inga Krastina, descartó esa posibilidad y quiso dejar claro que únicamente se analizó técnicamente la posibilidad de enviar una legación preparatoria para verificar si será posible la actuación de una misión electoral propiamente dicha, el año que viene.
«No hay una misión confirmada que venga a Ecuador en este momento», quiso zanjar la responsable de Política de la Delegación comunitaria.
En una comparecencia virtual, Arauz manifestó el lunes que el alto representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, había dado luz verde a la cuestión y que «en los próximos días estará llegando una denominada misión exploratoria previa a la misión de observación electoral de la UE».
El precandidato presidencial precisó incluso que su movimiento político había mantenido conversaciones con la legación diplomática europea en Ecuador.
«Solo ha habido un contacto entre secretarías de esta delegación», explicó por su parte Krastina, al insistir en que el diálogo mantenido con representantes del grupo respondió a «un proceso de verificación de si puede haber una misión electoral de observación».
La jefa de Política comunitaria explicó que Ecuador figura en una lista de prioridades para la observación electoral de la UE y que por tanto, generalmente se suele enviar una legación exploratoria que se reúne con las autoridades electorales, Gobierno, partidos y sociedad civil, «para verificar si esta misión (electoral) es de interés y si se dan las condiciones técnicas para recibirla».
En este caso, remarcó, las conversaciones no han pasado del nivel técnico, esto es, entre secretarías, para analizar si es factible el envío de observadores electorales dada la situación particular de COVID-19 en Ecuador y Europa.
Arauz había señalado que la supuesta misión europea tendría por objeto salvaguardar la legalidad del proceso electoral antes de la jornada de votación, y que se dará «en estos momentos en los que se están por definir los destinos del Ecuador».
El binomio electoral que encabeza y que tras el proceso de democracia interna incluía al expresidente Rafael Correa como aspirante a la Vicepresidencia, debe pasar aun un proceso de calificación por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Correa está inhabilitado de participar en política por una sentencia, revisada en ultima instancia, que lo condenó a ocho años de prisión, por cochecho, e inhabilitación por el mismo lapso. Correa tampoco asistió, un día antes de ser condenado, al CNE, para validar su candidatura, como lo prevee el reglamento, por lo que no pudiera inscribirse.
Sin embargo, el movimiento aspira a poder presentar una alternativa como vicepresidente, la del periodista Carlos Rabascall, decisión que también debe validar el CNE. Rabascall no terminó el proceso de calificación al no asistir personalmente al CNE para aceptar su candidatura.
Ante impugnaciones presentadas contra la candidatura, el movimiento correísta cree que se está creando un ambiente favorable a la descalificación de sus aspiraciones políticas y ha apelado a organismos internacionales para que velen porque el movimiento no quede fuera de la liza electoral.
De momento, la UE no ve necesidad de mandar una visión para corroborar ese proceso.
«Estamos siguiendo todos los procesos electorales con mucha atención», manifestó Krastina.
Pero defendió que «Ecuador tiene sus reglas y leyes y se están aplicando. No es de nuestra índole decirle al Tribunal Contencioso Electoral cómo debe hacer su trabajo». EFE