El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este martes con un ligero aumento del 0,05 %, hasta 38,58 dólares el barril pese al pesimismo generalizado en los mercados con una subida de casos del coronavirus, que podría llevar a una ralentización de la actividad económica y una menor demanda energética a nivel global.
A las 09.05 hora local (13.05 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en diciembre sumaban 2 centavos respecto a la sesión previa del martes.
El precio del crudo de referencia estadounidense resistía a primera hora pese al elevado número de nuevas infecciones de COVID-19 en todo el mundo y pese a la falta de progreso en las negociaciones en EE.UU. para tratar de diseñar un paquete de estímulos económicos antes de las elecciones generales del próximo martes, 3 de noviembre.
Un alto número de nuevos casos de coronavirus se ha registrado tanto en EE.UU. como en Rusia y Francia, lo que podría llevar a un descenso de la actividad económica a nivel global y consecuentemente una menor demanda de recursos energéticos.
«La subida de infecciones, confinamientos y restricciones de viaje suponen una seria amenaza para la viabilidad del mercado del precio del petróleo y la situación parece bastante pesimista», señala en una nota la analista de Rystad Energy Paola Rodríguez-Masiu.
Pese a ello, el precio del crudo se mantenía gracias a la posibilidad de que la oferta de «oro negro» de EE.UU. descienda con el acercamiento de un huracán a la zona del Golfo de México, que podría llevar al cierre de plantas de producción.
«Cuando se está reduciendo la demanda de petróleo, la única forma de que suban los precios es un golpe en el suministro, y el nuevo huracán que se acerca del Golfo de EE.UU. proveerá precisamente eso», detalló Rodríguez-Masiu.
Sin embargo, la producción de crudo de Libia sigue aumentando y se espera que alcance el millón de barriles al día en las próximas semanas, según dijo la compañía nacional de crudo del país el pasado viernes, una subida más rápida de lo esperado. EFE