Carapaz recupera la malla roja en la Vuelta a España

El ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos) a su llegada a la meta de la duodécima etapa de La Vuelta España de 109,4 kilómetros con salida en Pola de Laviana y final en el Alto de L'Angliru. Carapaz ha recuperado hoy el jersey rojo de líder. EFE/Kiko Huesca

La esperada cima del Angliru hizo de crupier en la duodécima etapa de la 75 Vuelta a España con los cuatro primeros de la clasificación general y ninguno de ellos fue capaz de mantener el puesto con el que habían partido desde Pola de Laviana, y el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos Grenadiers) recuperó la camiseta roja.

El que todos señalaban como «decisivo» fin de semana en tierras de Asturias con los finales de La Farrapona el sábado y el Angliru el domingo, con 4.800 y 4.000 metros de desnivel acumulado, respectivamente, no lo ha sido tanto, aunque ha dejado claro que para hacerse con el liderato en propiedad dentro de una semana en Madrid solo hay cuatro candidatos, salvo sorpresa mayúscula.

Carapaz volvió a vestirse la camiseta roja que le había arrebatado dos días antes en la cántabra Suances el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma). Además de la victoria en la mítica cima del Angliru, el británico Hugh Carthy (Education First) dio un pasito hacia delante en busca de las dos primeras plazas y desplazó de la tercera posición al irlandés Dan Martin (Israel).

El intercambio de posiciones quedaba servido para que con la vista puesta al frente todos fijen su atención en la no menos trascendental etapa de este martes, después de un día de descanso, en la única contrarreloj de esta edición que finalizará en el muro del Mirador de Ézaro.

El cuarteto, sin embargo, sigue sin romper esa barrera invisible del minuto de diferencia que les separa y de la que no se han movido desde que la Vuelta alcanzó la meta de Arrate en la primera jornada de la carrera.

Ahora Carapaz goza de una ventaja de 10 segundos sobre Roglic, 32 sobre Carthy y 35 con respecto a Martin. A 1.50 está el español Enric Mas (Movistar) y a más de cinco minutos (5.13) aparece en la sexta plaza el holandés Wout Poels (Bahrain McLaren).

Los cuatro primeros parecen los llamados a pelear por las tres plazas de podio, a la espera de que Mas consiga dar un golpe de autoridad que sigue persiguiendo pero para el que sus piernas no parecen responder al nivel que les demanda.

Las rampas imposibles de La Cueña les Cabres, al 23,5 por ciento de desnivel, y todas aquellas que se encuentran en los siete últimos kilómetros de ascensión que nunca bajan del 10 por ciento, volvieron a hacer la selección natural entre los mejores.

Si algo ha dejado clara la doble cita astur es que el Jumbo Visma es la formación más fuerte para arropar a su líder Roglic. También lo era en el pasado Tour de Francia y el penúltimo día vio cómo se esfumaban sus opciones de hacerse con el maillot amarillo en París.

Cuando la mayoría de rivales en los kilómetros más selectivos de cada etapa ya solo cuentan con dos o hasta tres efectivos, las avispas neerlandesas todavía mantienen un bloque de hasta cinco ciclistas protegiendo al exsaltador de esquí.

Por contra, la Locomotora de Carchí, llegado el momento decisivo, está completamente solo sin que ninguno de sus compañeros en el Ineos Grenadiers pueda actuar en su favor. El costarricense Andrey Amador hizo de protector los primeros días, pero no le da para llevar al grupo al límite y que su líder pueda lanzar un ataque certero si las fuerzas le acompañan.

Carapaz, que es el único de los cuatro primeros clasificados que todavía no ha conseguido ganar una etapa, lo intenta una y otra vez, pero no termina de rematar con contundencia la faena que inicia.

Mucho más discreta está siendo la labor de zapa de Carthy, que finalmente se ha mostrado en todo su esplendor camino de la victoria en la cima del Angliru y que comenzó en la infernal etapa de hace una semana en Formigal, donde ya mostró que no era un adversario a minusvalorar.

Las fuerzas y las piernas ya están muy cargadas en este atípico final de temporada y el menú preparado por la Vuelta a España para sus seis últimas etapas todavía puede deparar sorpresas. EFE

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