Las «disculpas» de Mosquera

Eduardo Carmigniani

Guayaquil, Ecuador

En el juicio penal contra Alecksey Mosquera, exministro de Electricidad en el régimen Correa, se probó que aquel recibió de Odebrecht en 2008, mientras ejercía el cargo, un millón de dólares en cuentas bancarias en Andorra, ocultas tras una fachada societaria. Se probó, pues, que era falsa aquella tesis de que el desembolso hubiese sido en 2011, cuando ya no ejercía el cargo (y consiguientemente quedó por los suelos la tesis del “acuerdo entre privados” en lugar del soborno a un funcionario público).

Incluso Mosquera se declaró culpable. Fue condenado.

La prueba era contundente y no mera especulación de la prensa. El rol de esta fue empujar la investigación, que la represaba el exfiscal Galo Chiriboga. Empezó con la versión de Rodrigo Tacla Durán, exabogado de Odebrecht envuelto en los temas de los sobornos, quien declaró que el susodicho millón fue transferido desde una cuenta de Kleinfeld, offshore usada “para pagar coimas” (segunda respuesta), y pasó por el informe elaborado por la Policía de Andorra, país del banco que manejó los fondos, que fue enviado a la Fiscalía por correo electrónico el 27 de abril de 2017, acreditando la recepción de los fondos en 2008.

Tan contundente fue la prueba que el propio expresidente Rafael Correa, autor de la inicial tesis del “acuerdo entre privados” luego retrocedió: “Si Mosquera recibió pagos… …luego de ser ministro por hacer favores mientras se encontraba en funciones, que reciba todo el peso de la Ley, pero con pruebas” (tuit, 2 de mayo, 2017). El detalle es que los pagos los recibió en 2008, mientras era ministro.

Recuerdo todo lo anterior a propósito de las supuestas disculpas públicas ofrecidas esta semana por Mosquera, como parte de su condena. En el acto, con toda desfachatez dijo que la ilicitud del “origen” de los fondos no fue probada -como si el delito tuviese relación con el tal “origen” y no con el “destino”- y que se declaro culpable solo por un “pésimo asesoramiento jurídico”, luego de lo cual agregó: “pero en todo caso ofrezco disculpas”, así como quien no quiere la cosa.

No hay que aceptárselas.

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