La certeza del propio esfuerzo

Maríasol Pons

Guayaquil, Ecuador

Es tiempos de un incrementada incertidumbre, nuestras certezas internas son la única garantía ante un mundo que cambia con mayor rapidez y pasos alargados. Por cambio no digo progreso, ya quisiéramos que en el Ecuador los cambios de este año hubieren sido de gran avance, solo por mencionar un aspecto como la educación.

La inseguridad, la crisis sanitaria, los controles y los constantes anuncios atemorizantes de días peores más allá de afectar la salud psicológica de la población afectan también el bolsillo de cada uno de nosotros. No sabemos si las cosas se darán, no sabemos cómo se darán, la planificación financiera se hace -en su mayoría- en modelos de resistir dificultades porque es evidente que arriesgar ahora podría ser una decisión imprudente, solo que para hacer de abogado del diablo cabe decir: el que no arriesga no gana. Confuso que por un lado advierta del despropósito de tomar un riesgo y por otro establecer que solo quien arriesga tendrá posibilidades de cambiar su situación.

Lo que vivimos hoy, a finales de noviembre de este 2020 que puse el mundo de cabeza, no es más que una gran materialización de que el control es solo una ilusión. Ya cerraremos el año, la productividad de empresas está medida y apuntamos a mirar el rendimiento del próximo año, con la expectativa de que el 2021 permita una cierta estabilidad, siendo esta otra ilusión.

Los pronósticos hechos por Goldman Sachs y otros indicadores del estilo indican que la caída del 2020 no será tan macabra como fue pronosticada y que el “rebote” de la economía permitirá un crecimiento para 2021. Esto puede darse si como país nos ponemos de acuerdo en que las metas para salir del enrollo económico y social que arrastrábamos antes, acrecentando por la pandemia, solo será resuelto con mejores decisiones y disciplina en el esfuerzo. Las lecciones hay que apuntarlas, debemos dar vuelta una y otra vez esta gran lección del 2020, justamente para que no se diluya en lo efímero de la memoria.

El gobierno de Lenin Moreno va de salida con fragilidad. Nos enfrentamos a una nueva elección a principios de 2021, así nos recibe el año calendario, sin certezas absolutas solo podemos contar con nuestro propio esfuerzo para salir de las vicisitudes, así como del modelo de país con francos vicios que lo vuelven insostenible. Mientras cerramos el 2020, que la planeación de la empresa nos lleve a evaluar acción y entorno de manera asertiva, de la misma forma en que cada individuo pueda evaluar la propia, sabiendo que la única certeza es el propio esfuerzo.

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