Querido Santa

Raúl Andrade Gándara

Rochester, Estados Unidos

Este año no te pido nada para mi. La vida, con sus recovecos y sus pruebas, ha sido buena conmigo. Tengo, en pequeñas grandes porciones, todo lo que deseo. Siempre habrá algo que falte, pero la vida me permite, de una u otra forma, alcanzarlo aunque sea con la imaginación.

Así que este añ , nada para mi. Pero quiero pedirte muchas cosas para mis compatriotas , extraviados por diez años de abusos, de engaños, de dinero fácil, de ese que no se gana, sino que se arrancha. Quiero pedirte que vuelva la cordura a reemplazar al odio y al resentimiento, que volvamos a valorar la institucionalidad sobre el oportunismo, que abandonemos la impavidez frente a las injusticias diarias que provienen de quienes juraron defender a los más necesitados.

Te pido que se deje de citar al pueblo con tanto cinismo y des vergüenza, a sabiendas que lo traicionarán apenas logren entrar a saco a algún puesto público. Que nos desintoxiquemos de tanto comentario futbolístico, que nos ha llevado a pensar que un pateador de pelota tiene que ser sin más trámite una autoridad. Que aplaudamos las excepciones pero que no las convirtamos en regla. Que aprendamos a entender lo que es un Estado, qué significa ser un gobernante, y los desafíos a los que está sometido.

Que valoremos la preparación sobre la demagogia, el trabajo honesto como modo de vida, y la función política como una forma de servicio a los demás y no como una fuente de enriquecimiento personal. Que aprendamos a respetar la función de un mandatari , a entender lo duro e ingrato de su tarea, a demandar de él honestidad y diligencia, y no actuar con mezquindad cuando hay que reconocer sus méritos.

Y de igual manera, si ese mandatario no ha sido consecuente con sus mandantes, aprendamos a exigir, con vigor cívico y presencia, la rendición de cuentas correspondiente.

Que hagamos un mea culpa para reconocer nuestro fracaso como país al haber permitido tanto atropello en silencio, y actuemos a la brevedad posible para remediarlo. Te pido, Santa, de manera especial, que le lleves al exmandatario la valentía de su antepasado que tanto invoca, Eloy Alfaro, para que venga a enfrentar a sus detractores en vez de exiliarse cobardemente para no reconocer sus evidentes responsabilidades. Y para todos los ecuatorianos, que esta Navidad nos traiga la mesura, la solidaridad y el espíritu de cuerpo que tanta falta nos ha hecho estos años, tan propensos como somos a la auto complacencia, el egocentrismo y a la exageración.

Que se vuelva a apreciar la disciplina sin abuso, la cultura sin extravíos, la capacidad de generar trabajo como un mérito y no como un defecto. Que el ecuatoriano entienda que su exigua jubilación es el resultado de haber presionado durante décadas a los gobernantes a otorgar subsidios sin respaldo, a endeudarse sin medida para evitar pagar las cuentas de los permanentes despilfarros de los demagogos. Que el ecuatoriano comprenda que la economía no es una ciencia social, sino una disciplina matemática, y que la única manera de mejorar el nivel de vida de todos es a través de gobiernos honestos, equilibrados y medidos.

Que tanto gobierno manirroto solo lleva a ajustes económicos dolorosos es una realidad a aceptar y digerir sin más demora. Te pido, Santa, que nos regales sentido común, respeto y conciencia. Que aprendamos a votar con la cabeza y no con el esófago, para que los resultados sean producto de la mente y no deshechos del estómago.

Ojalá Santa mi carta te llegue. No voy a enviarla por Correos del Ecuador, porque dudo que llegue a su destino. La envío por las redes sociales, con la esperanza que los ecuatorianos la lean, hagan fuerza y depositen en sus hogares la parte que les corresponde para lograr un país respetable y respetado. Para el Lcdo no te pido nada. Lo haré en año nuevo. ¡Muy felices navidades para todos !

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