La mayoría demócrata en la Cámara Baja de Estados Unidos inició este viernes los preparativos para someter a un segundo juicio político al presidente saliente Donald Trump, aunque ese proceso no comenzaría probablemente en el Senado hasta que el mandatario electo, Joe Biden, esté ya en el poder.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, no ha dado todavía la luz verde definitiva a la presentación del cargo preparado para el juicio político, que acusaría a Trump de «incitar a una insurrección» de sus seguidores antes del asalto al Capitolio del pasado miércoles.
Sin embargo, Pelosi aseguró este viernes en una carta a sus colegas que iniciaría el proceso de juicio político («impeachment») si Trump no dimitía de forma «inmediata», algo que parece muy improbable.
Horas después, la líder demócrata instruyó al comité de reglas de la Cámara Baja a prepararse para «sacar adelante» una «moción para un juicio político», una idea que genera consenso en las filas demócratas pero no ha conseguido el respaldo explícito de Biden.
«(Trump) ya debería haber dejado el poder ayer mismo (…) pero la forma más rápida en la que eso ocurrirá es nuestra investidura», dijo Biden durante una rueda de prensa este viernes en Wilmington (Delaware).
Al presidente electo le preocupa que un juicio político a Trump consuma al Senado durante sus primeras semanas en el poder, cuando quiere que la capital se centre en aprobar sus proyectos de ley para contener la pandemia, reflotar la economía y reformar el sistema migratorio.
Y, en efecto, ese sería el resultado si la Cámara Baja se decide a iniciar el proceso para un juicio político, a juzgar por el calendario del Senado para las próximas dos semanas.
Los demócratas planean presentar su cargo contra Trump el lunes y votar en el pleno para acusarle formalmente de ello a mediados de la próxima semana, pero bajo el sistema estadounidense, es el Senado quien debe encargarse de desarrollar el juicio político.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, advirtió este viernes en una carta a sus compañeros que su cámara no se reunirá para tratar temas sustantivos hasta el 19 de enero, y que debido a sus normas internas, lo más temprano que podría comenzar el juicio político es el día 20, cuando Biden ya sea presidente.
Aunque el Senado tiene programadas dos sesiones formales los próximos martes y viernes, sería necesario el consentimiento de los 100 senadores que integran la cámara para tratar asuntos importantes esos días, incluido el inicio de un juicio político, y eso es improbable debido a los aliados que le quedan a Trump en ese hemiciclo.
Eso significa que el juicio político a Trump no podrá tener el efecto habitual por el que se inician estos procesos, el de destituir al mandatario, algo para lo que se requeriría una mayoría de dos tercios del Senado.
Posible inhabilitación política para Trump
No obstante, los demócratas planean incluir en el proceso otra consecuencia que sí afectaría a Trump: su inhabilitación para ocupar futuros cargos políticos.
El borrador redactado por los demócratas pide su destitución y su «descalificación para ocupar y disfrutar de cualquier cargo de honor, confianza o beneficio bajo los Estados Unidos».
La bancada progresista confía en que ese punto les ayude a convencer a algunos republicanos en el Senado que se plantean presentarse a las elecciones presidenciales de 2024 y que ven a Trump como un posible rival en esa carrera, según el diario Politico.
Borrador de la acusación
El texto que han circulado los demócratas, obtenido por la cadena CNN, acusa a Trump de «incitar deliberadamente la violencia» al pedir a sus seguidores que marcharan hasta el Capitolio para interferir en el proceso de ratificación en el Congreso de la victoria de Biden.
Al alentar la insurrección de sus seguidores, Trump «puso en grave peligro la seguridad de los Estados Unidos y sus instituciones de Gobierno», indica el texto.
«Amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió en la transición pacífica de poder, y puso en peligro una rama de Gobierno. Por tanto, traicionó su confianza como presidente, con los daños manifiestos consiguientes al pueblo de los Estados Unidos», añade.
Este sería el segundo juicio político al que los demócratas someten a Trump, después del relacionado con sus presiones a Ucrania, que concluyó a principios del año pasado con su absolución en el Senado.
La otra opción
Pelosi también ha dejado abierta la opción de impulsar un proyecto de ley que crearía una comisión para ayudar a decidir si un presidente es «capaz» de gobernar, pero destituir a Trump por esa vía requeriría el visto bueno del vicepresidente Mike Pence, que por ahora se ha negado a actuar.
La propuesta busca crear un nuevo mecanismo para cumplir lo establecido en la Enmienda 25 de la Constitución, que indica que el vicepresidente puede reemplazar al presidente si declara por escrito que ese mandatario «es incapaz» de desempeñar el cargo.
Para ello, el vicepresidente debe contar o bien con una mayoría del gabinete o bien de «otro tipo de órgano que el Congreso pueda crear mediante ley», algo que ahora no existe y que el proyecto de ley busca crear, aunque esa medida no tendría efecto sin la complicidad de Pence.
Antes de que Twitter suspendiera definitivamente su cuenta personal, Trump anunció este viernes que no asistirá a la investidura de Biden, quien celebró esa decisión del mandatario saliente.
«Esta es una de las pocas cosas en las que él y yo hemos estado jamás de acuerdo. Es algo bueno, que no venga», aseguró Biden. EFE (I)