El Gobierno alemán exigió hoy el fin de la violencia contra los manifestantes tras el golpe de Estado en Birmania, la puesta en libertad de todos los detenidos, entre ellos la líder depuesta y premio nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, y abrir un proceso de diálogo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán escribe en un comunicado difundido hoy que «el gobierno condena el violento proceder del ejército birmano y reafirma su exigencia de poner fin a la violencia contra los manifestantes y en su lugar abrirse a un diálogo que permita un regreso al proceso de democratización».
«Esto incluye la inmediata puesta en libertad de todos los detenidos, en particular, de la consejera de Estado Aung San Suu Kyi y el presidente Win Myint, y permitir a las instituciones constitucionales democráticamente legitimadas retomar su trabajo», agrega.
El gobierno expresa asimismo sus condolencias por las tres víctimas mortales entre los manifestantes birmanos que «protestaban con valentía contra el golpe militar en su país» y su apoyo a sus familiares, a los numerosos heridos y a todos los participantes en las protestas «que se oponen de forma pacífica al régimen militar». EFE (I)