Quito, 2 mar (EFE).- Tras meses de retrasos, el Municipio de Quito decidió este martes que aplicará un modelo de gestión directa en la operación de su flamante Metro, a pesar de que contratará asesoramiento extranjero los tres primeros años y medio.
«El Directorio (del Metro de Quito) aprobó la gestión directa mediante ‘Asistencia Técnica Especializada Internacional‘», dice un comunicado de la Alcaldía que pone fin a meses de incertidumbre sobre el destino de la que es una de las principales infraestructuras de transporte de Ecuador.
Mediante este modelo, la empresa pública a cargo del Metro contratará «la asistencia y asesoramiento» de una empresa pública de la comunidad internacional que brindará acompañamiento y la transferencia de conocimientos al personal de Metro de Quito.
EL CAPITAL HUMANO
«De esta manera, el capital humano ecuatoriano adquirirá las destrezas suficientes para operar de manera autónoma, eficiente y con estándares de calidad», destaca la nota.
Con ello, el Municipio también espera ahorrar tiempo para poner en marcha el Metro, con un costo más bajo para la operación y mayor confiabilidad del servicio.
«Aquí se ha tomado una definición crucial para beneficio de la ciudad. Quienes vamos a operar el Metro de Quito somos los quiteños, los ecuatorianos, con la garantía de expertos internacionales que nos asesorarán durante el camino», comentó Andrea Flores, gerente general de la empresa del Metro de Quito.
El Metro, proyecto emblema de la ciudad y construido por la empresa española Acciona, recorrerá la capital ecuatoriana de norte a sur en una sola línea de unos 22 kilómetros, desde Quitumbe hasta el Labrador.
La demanda estimada del Municipio es de unos 400.000 viajeros en el primer año, con una capacidad de hasta 1.500 personas por viaje en cada uno de los 18 trenes que ha adquirido.
El sistema ferroviario, que debe ser entregado este año en octubre, y no este mes de marzo como estaba previsto inicialmente, consta de 15 paradas operativas y 5 de reserva con accesibilidad universal.
El alcalde Jorge Yunda destacó en la reunión que lo recomendado por la empresa pública permitirá que «el tiempo de servicio a la ciudadanía sea más corto» y «lo más importante es el proceso de traspaso de conocimiento para ocupar las plazas de esta obra quiteña, (porque) somos capaces».
La decisión de este martes marca la recta final para la operación comercial de un nuevo sistema de transporte que busca acortar el tiempos de viaje entre el norte y el sur de una ciudad que tiene más de 40 kilómetros de largo y descongestionar tanto las carreteras urbanas como el resto de sistemas de transporte locales.
La operación del Metro costará unos 158 millones de dólares durante los primeros 3 años y 6 meses, teniendo en cuenta que la operatividad logística comenzará en julio de este año y la comercial en febrero de 2022. EFE (I)