El Gobierno de Siria ha decidido este martes aplicar una nueva reducción al suministro de carburantes a las provincias bajo su control, de un 15 % en el caso de la gasolina y un 20 % para el diésel, al tiempo que elevó el precio de compra del trigo a los agricultores ante la escasez de ambos productos.
El recorte en la cantidad de combustible a distribuir a las diferentes regiones es «provisional» y continuará hasta que se importen las nuevas remesas ya acordadas con los proveedores, anunció el Ministerio de Petróleo, de acuerdo con la agencia oficial de noticias SANA.
El departamento achacó los «retrasos» en la llegada de derivados del petróleo a «las sanciones y el bloqueo injusto» de Estados Unidos, que en 2020 impuso nuevos castigos económicos contra el presidente sirio, Bachar al Asad, y su entorno, ampliándolos progresivamente desde entonces.
Asimismo, el Ejecutivo aumentó el precio de compra del trigo a los campesinos hasta las 900 liras por kilo (unos 0,72 dólares al cambio oficial), frente a las 700 (unos 0,55 dólares al cambio oficial) por las que se vendía el pasado año, según SANA.
La moneda siria, cuyo valor frente al dólar en el mercado negro es más del doble del tipo de cambio oficial, volvió a desplomarse en los últimos días.
Las áreas controladas por Damasco sufren desde hace meses una grave escasez de combustible, que ya el pasado enero obligó a las autoridades a reducir hasta un 24 % su distribución debido a los retrasos en la llegada de los suministros importados de derivados del petróleo. La República.