A sus 87, el primer DJ de Brasil está listo para la próxima fiesta poscovid

Osvaldo Pereira. Foto tomada del blog https://djzeroberto.blogspot.com/

A sus 87 años, Osvaldo Pereira tiene el mismo vigor de cuando tenía 30. Considerado el padre de los DJ brasileños, revolucionó la noche de Sao Paulo con sus innovadoras técnicas en el tocadiscos en una época de plena ascensión de la música popular brasileña.

Nacido en 1934 y oriundo de la pequeña localidad de Muzambinho, en el estado de Minas Gerais, Pereira transformó las fiestas de la capital paulista, que a comienzo de los años 50 eran animadas por bandas de música.

Dotado de mucha creatividad, Pereira inventó entonces diversos aparatos que permitieron la creación de la revolucionaria «Orquesta Invisible», con la que animaban las fiestas gracias a las creaciones de una única persona: el DJ.

Igualmente fue el responsable de la inserción en Brasil de una controladora para la mezcla de audio, hoy un equipamiento esencial para cualquier DJ pero que en la época, recuerda, no fue bien recibido por el público.

«La gente me pidió para que no lo usara, porque no les gustaba la música ininterrumpida. Eran otros tiempos (…) La pausa era el momento en que la dama podía expulsar al caballero si no le estaba gustando la danza», cuenta en una entrevista a Efe.

La pasión por las canciones la empezó a cultivar desde niño, cuando la televisión ni siquiera existía y «solo los ricos tenían radio». Hijo de una humilde lavandera, realizaba entregas de ropas para su madre y aprovechaba para escuchar la radio de los clientes.

A los 12 años, se mudó a Sao Paulo con algunos familiares y comenzó a acompañar a su hermana mayor en los bailes de la ciudad, mientras también exploraba el vasto universo urbano y musical de la metrópoli.

La carrera como DJ, un oficio hasta entonces inexistente, solo tendría inicio en 1958, cuando pasó a alternar entre el trabajo como técnico de electrónica en una grande firma y pequeñas participaciones en bodas, cumpleaños y fiestas en el barrio.

CREATIVIDAD E INNOVACIÓN

Gracias a sus técnicas pioneras -capaces de reproducir la magnitud de las bandas y orquestas en vivo típicas de la época con tan solo un tocadiscos, cajas de sonido y mucho talento- rápidamente empezó a ser requerido en las principales casas nocturnas de la capital paulista.

«Comencé a hacer fiestas y fue todo un éxito, la gente venía. Y el precio era muy atractivo, porque los bailes por la noche con orquesta eran mucho más caros», recuerda.

Ello porque, en aquella época, los clubes sociales solían contratar grupos enteros para tocar los sencillos más exitosos de la escena musical brasileña e internacional.

Durante una década entera, Pereira agitó las noches paulistanas con su extenso repertorio musical, que iba desde la samba y bolero hasta los mayores éxitos del rock internacional, pero decidió abandonar la carrera de DJ en 1968 para dedicarse a la familia.

«Y también porque era monótono hacer siempre lo mismo. Yo estaba desmotivado y tenía una familia para cuidar», asegura.

Padre de siete hijos, comenzó entonces a trabajar en la línea de montaje de la multinacional estadounidense Philco para producir mandos y piezas de televisores, oficio al que se dedicó hasta jubilarse en 1981.

VUELTA A LOS ESCENARIOS

A pesar de estar lejos de los escenarios, Pereira nunca dejó de explorar el universo de la música y, a día de hoy, acumula centenas de discos y más de 3.000 canciones en el ordenador, cuidadosamente almacenados en un pequeño estudio que construyó en la residencia donde vive desde 1950, en un barrio de la zona norte de Sao Paulo.

El retorno definitivo a la escena musical paulistana se dio en los años 2000, tras la publicación del libro «Todo DJ ya sambó», de la periodista Claudia Assef y que volvió a sacar a relucir el trabajo de Pereira.

«Para mí, como DJ, es muy fascinante estar allí viendo toda la gente bailando, me contagia toda esa alegría», sostiene.

Sin embargo, en medio de la irrupción del coronavirus, Pereira se vio obligado a postergar los planes, aunque el trabajo jamás cesó, ya que fue invitado para un sinfín de presentaciones en línea para poner un poco de color y movimiento en las largas cuarentenas que imperan en Brasil desde marzo del año pasado.

Y es que, con casi nueve décadas de vida, el primer DJ de Brasil no planea parar tan pronto y confía en que la vida volverá a fluir en breve.

«Nada más pase (la pandemia), vamos a hacer una gran fiesta, estamos esperando acabar y ya tenemos todo listo para volver a tocar y brindar fiestas y conciertos», asegura. La República.

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