Inteligencia estratégica

Alberto Molina

Alberto Molina Flores

Guayaquil, Ecuador

Después del ataque a Angostura, el 1º de marzo de 2008, Rafael Correa, tomó una decisión perversa, eliminó la inteligencia militar y policial, aduciendo que estaban al servicio de CIA norteamericana; luego, envió a la Asamblea el proyecto de la Ley de Seguridad Publica y del Estado, que fue aprobada de inmediato y entró en vigencia el 28 de agosto de 2009.

Esta Ley es una mala copia de la Ley de Seguridad Nacional que estuvo vigente 30 años, desde el 2 de agosto de 1979. En la citada Ley se creó la Secretaría Nacional de Inteligencia (SENAIN), de acuerdo al Art. 13.- «La Secretaría Nacional de Inteligencia es una entidad de derecho público, con independencia administrativa y financiera, con personería jurídica, responsable del Sistema Nacional de Inteligencia».

Según el Art. 15.- la SENAIN, tiene como responsabilidad, entre otras, «Proporcionar, en forma oportuna, simultánea y fluida, inteligencia estratégica al Presidente de la República…».  En el Art. 18.- se crea los gastos especiales para las «actividades de inteligencia y contrainteligencia, para protección interna, el mantenimiento del orden público y de la defensa nacional». Por último el Art. 22.- De las prohibiciones.- “Ningún órgano de inteligencia está facultado para obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su etnia, orientación sexual, credo religioso, acciones privadas, posición política o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales (…), así como por actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción».

La SENAIN, jamás cumplió con el objetivo de su creación, de “Contribuir al mantenimiento de la integridad e independencia del Estado, el estado de derecho y justicia; sus instituciones y la prevención del crimen organizado”, pasó a ser una Stasi criolla, es decir una policía política para perseguir, espiar, secuestrar, amedrentar a quienes Correa consideraba sus adversarios. Manejó alegremente cientos de millones de dólares, de los llamados «gastos especiales». Una vez que cayó el Muro de Berlín, la Stasi de la Alemania comunista fue eliminada y se hicieron públicos sus archivos; los responsables de muertes, torturas, persecuciones, fueron a parar a la cárcel.

El expresidente Moreno, frente al desprestigio de la SENAIN la “eliminó” en 2018 y creó el llamado Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), “la misma jeringa con distinto bitoque”.

El presidente Lasso ofreció en campaña eliminar esta nefasta y tenebrosa organización; ahora ha dispuesto al ministro de Defensa su reestructuración. En la Asamblea Nacional reposa desde más de dos años el proyecto de Ley del Código Orgánico de Seguridad del Estado que contiene la Ley de Defensa Nacional, el Sistema de Seguridad Ciudadana y Orden Público, el Sistema de Inteligencia y el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo; sería conveniente hacer una revisión de este proyecto y luego pedir se apruebe en forma urgente..

Los estados requieren de una Inteligencia Estratégica que le permita obtener información referidas a las amenazas, riesgos y conflictos que afecten a la seguridad nacional. La inteligencia es una herramienta fundamental para la toma de decisiones, razón para que los países tengan un organismo de inteligencia a nivel nacional, profesional, confiable y que cumpla con los objetivos al servicio exclusivo de las necesidades e intereses del país.

La República.

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